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El autor opina sobre la posibilidad de evitar demoliciones de viviendas construidas de forma ilegal
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- 03/06/2012
Vicente García Nebot.
El Ministerio de Fomento ha
comunicado a las Comunidades Autónomas que pretende establecer una amnistía
sobre viviendas ilegales dentro de la reforma de la legislación urbanística.
Con ello se pretende evitar la demolición de determinadas edificaciones con
sentencia firme en contra, con la condición de que exista una tercera persona,
de buena fe, ocupando el inmueble. Es decir, las condiciones son: en primer
lugar, que el Ayuntamiento diera una licencia. Que esta licencia fuera ilegal. Que
la casa amparada en la licencia estuviera completamente finalizada y,
finalmente, que un pardillo, generalmente británico o alemán, hubiera comprado
la casa ante la apariencia de legalidad que la licencia le había otorgado.
Ello implica una amnistía
para las construcciones, no para los constructores y promotores, ni para los
alcaldes y concejales que dieron la licencia indebidamente, que en la mayoría
de los casos tienen responsabilidad penal, puesto que el Código Penal declara
como delito construir en Suelo No Urbanizable sin licencia.
Donde más efectos puede
tener esta propuesta es en la Costa del Sol, donde son infinidad los casos en
que extranjeros que vienen a pasar sus vacaciones o su vejez a sus soleadas
playas. En la mitad sur de la Comunidad Valenciana también se beneficiaran
varios municipios.
Esta amnistía no afecta a
las miles de viviendas ilegales que trufan nuestro territorio, surgidas de la
autoconstrucción y nacidas a partir de una casita de aperos de labranza venida
a más. Estas ya han sido amnistiadas por el caso omiso que ha hecho la
administración ante las infracciones urbanísticas. Sólo las construidas los
últimos cuatro años pueden estar preocupadas. Porque las construidas
anteriormente ya han prescrito.
Bienvenida sea la propuesta
si la administración no tiene que hacer el tremendo esfuerzo económico que
supone el derribo de estas casas ilegales.