Adecco Group Institute, el centro de estudios y divulgación del Grupo Adecco, quiere saber cuál es el grado potencial de satisfacción de un ocupado medio en cada una de las comunidades autónomas españolas. Para ello presenta la segunda parte del Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo que, semestralmente desde hace más de ocho años, profundiza en dicho grado de satisfacción, asà como en las oportunidades laborales del mercado laboral.
Para la realización del informe, se toman en consideración cinco áreas fundamentales en el entorno laboral de las personas como son la remuneración, la seguridad laboral, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, la conciliación entre la vida personal y la profesional y la conflictividad laboral. En total, se analizan 16 subvariables diferentes[1].
En esta entrega se hace balance de los resultados obtenidos durante el segundo trimestre de 2020 y se comparan con los mismos de 2019, en base a la Encuesta de Población Activa (EPA)[2], que publica trimestralmente el Instituto Nacional de EstadÃstica (INE), y en esta segunda parte, nos centramos en los bloques de variables: Seguridad en el Empleo, Oportunidades de empleo y desarrollo profesional; y Conflictividad laboral.
En la primera entrega del Monitor valenciano ya vimos que el salario medio en la región habÃa crecido un 1,7% interanual hasta situarse en los 1.545 euros mensuales (su máximo histórico) y que su capacidad adquisitiva habÃa experimentado una mejora de un 2,8%.
Ahora, analizamos cómo el decreto del Estado de Alarma no ha reducido variables como la siniestralidad laboral pero sà otras muy importantes para la economÃa de una región como la creación de empresas.
Seguridad en el empleo
Este bloque del Monitor Adecco trata el concepto de Seguridad en el empleo en un sentido amplio. Por eso, no solo comprende la siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, la magnitud del paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo una vez que se ha perdido.
Crece la siniestralidad laboral en la Comunidad Valenciana
Las medidas de confinamiento de la población como respuesta a la pandemia del coronavirus, iniciadas en la segunda mitad de marzo, han derivado en una brusca caÃda de la siniestralidad laboral, que era ya incipiente en el primer trimestre y mucho más marcada en el segundo. Pese a que el Monitor Adecco considera las variaciones de los últimos cuatro trimestres, lo que atenúa las oscilaciones, en el segundo trimestre del año, donde se enmarcan las principales semanas del Estado de Alarma, se han registrado 58,7 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados en toda España (-13,3% interanual).
Es la menor proporción de accidentes laborales desde diciembre de 2013 y muy próxima al mÃnimo alcanzado en dicho año, de 55,5 accidentes cada 10.000 ocupados.
Pero la Comunidad Valenciana es una de las ocho autonomÃas en las que ha aumentado la siniestralidad laboral. Entre ellas, los incrementos más significativos corresponden al PaÃs Vasco (+13,4% interanual) y La Rioja (+9,3% interanual).
En el caso valenciano, en el segundo trimestre se han registrado 61,1 accidentes cada 10.000 ocupados, lo que supone un incremento interanual de un 1%. De este modo, ya se encadenan 27 trimestres consecutivos (casi siete años) de subida continua de la siniestralidad laboral en la región. Aun asÃ, es la cuarta autonomÃa con menor proporción de accidentes de trabajo que causan baja.
La proporción de accidentes de trabajo se ha reducido en nueve autonomÃas, algo que no ocurrÃa desde mediados de 2013. Los mayores descensos se han observado en Canarias (-12,5% interanual), la Comunidad de Madrid (-9%) y Baleares (-6,5%).
Navarra ha pasado a ser la autonomÃa con mayor proporción de accidentes laborales, con 90,3 siniestros que causaron baja cada 10.000 ocupados. Le siguen Baleares (que antes ocupaba el primer lugar, ahora con 85,2 accidentes) y el PaÃs Vasco (80,3). En la situación opuesta, las dos regiones con menor siniestralidad son la Comunidad de Madrid (55,7; con un descenso interanual de un 9%, como acabamos de ver) y Canarias (57,5 siniestros; -12,5%).
Pese al incremento en el número total de parados (cosa que no ocurrÃa desde septiembre de 2013), contrariamente a lo que cabrÃa esperar, el número de parados de larga duración (llevan al menos dos años buscando empleo) ha continuado cayendo en el segundo trimestre en toda España, incluso de forma más marcada que en los tres trimestres previos. Aunque esto podrÃa explicarse en parte por el "efecto desaliento": ante la creencia de que no es posible encontrar un empleo, se abandona la búsqueda del mismo. AsÃ, la persona en cuestión deja de considerarse desocupada y pasa a formar parte de los inactivos.
Mientras el número total de parados ha aumentado hasta 3,68 millones en España (el mayor número en dos años), en el trimestre analizado se han contado 744.800 desocupados de larga duración, el número más bajo en una década (262.100 menos que un año antes).
Como proporción del total de personas sin empleo, considerando la media de los últimos cuatro trimestres, los parados de larga duración equivalen al 27,4%. Es una proporción 5,1 puntos porcentuales inferior a la de un año antes y la menor desde marzo de 2012.
Todas las autonomÃas han visto descender su proporción de parados de larga duración. Diez comunidades han replicado esta dinámica, entre ellas la Comunidad Valenciana, con un aumento en la cantidad total de parados simultáneo a una caÃda en el colectivo de desocupados de larga duración.
En nuestra región, mientras crecÃa en 59.000 el número de parados de corta duración (menos de dos años desocupados), ha caÃdo en 15.900 personas el colectivo de parados de larga duración. De eso ha surgido un aumento total de 43.100 desocupados a lo largo de los últimos doce meses.
Ahora se cuentan en la región 80.400 parados de larga duración. Aunque es una cifra grande, es el dato más bajo para la autonomÃa desde marzo de 2010. El colectivo de parados de larga duración en la Comunidad Valenciana equivale al 28% del total de personas sin empleo, lo que conlleva un recorte interanual de 3,8 puntos porcentuales.
Una de las medidas más importantes para paliar los efectos económicos de la crisis provocada por la pandemia global es la que puso en marcha los ERTEs (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) por fuerza mayor. Aunque en las estadÃsticas continúan siendo considerados como ocupados, los beneficiarios de los ERTEs por fuerza mayor también aparecen como perceptores del seguro de desempleo. Para no distorsionar la serie de datos histórica y permitir la comparación, en lo que sigue hemos separado ambos grupos. Por lo tanto, nos referimos a perceptores de la prestación por desempleo en su sentido convencional, es decir, excluyendo a los beneficiarios de ERTEs por fuerza mayor.
La reducción del número de parados de larga duración (colectivo cuyo derecho al cobro de la prestación por desempleo se extinguió, aunque en algunos casos comienzan a cobrar la Renta Activa de Inserción) y el aumento de los que llevan desocupados pocos meses (el grueso de los cuales accede a la prestación por desempleo), han confluido en el aumento generalizado de la proporción de parados cubiertos por una prestación.
En el conjunto de España, un 75% de los parados está cobrando una prestación por desempleo, lo que supone un incremento interanual de 10,2 puntos porcentuales. Es la mayor proporción de parados cubiertos en once años. En la Comunidad Valenciana la subida ha sido similar, de 9,5 puntos porcentuales. De esa forma, un 75,4% de los parados de la autonomÃa percibe una prestación por desempleo. Es la proporción más alta desde 2008.
Esta variable ha mejorado en todas las autonomÃas. Hay tres regiones en las que más de un 90% de sus parados están cubiertos por una prestación: Baleares (102,9%[1]; +12,1 p.p.), Cantabria (91,2%; +8,2 p.p.) y Extremadura (90,3%; +6,6 p.p.). En el otro extremo se encuentran tres regiones en donde al menos 1 de cada 3 parados no percibe una prestación. Se trata de la Comunidad de Madrid (60,8%; +10,6 p.p.), Canarias (63,2%; +11,2 p.p.) y Asturias (65,4%; +6,7 p.p.).
Oportunidades de Empleo y Desarrollo profesional
Este bloque de variables también refleja los efectos de la pandemia global en cada uno de los indicadores que lo componen.
La inclusión de los beneficiarios de ERTEs por fuerza mayor entre los ocupados y la reducción de la población económicamente activa (porque 9 de cada 10 personas que perdieron su empleo no comenzaron a buscar otro puesto de trabajo, por lo que pasaron a estar inactivos), explican que en el segundo trimestre de 2020 se haya podido registrar, pese al contexto de crisis, una ligera reducción interanual de una décima, hasta el 14,4%, en la tasa de desempleo española[2]. Aun asÃ, la tasa de paro ha subido en nueve regiones, algo que no ocurrÃa desde marzo de 2014.
La Comunidad Valenciana se cuenta entre esas nueve. En su caso, la subida interanual ha sido apenas de tres décimas, por lo que su tasa de paro ha crecido hasta el 14,8%. Es la primera subida de la tasa de paro en la región desde marzo de 2014.
Extremadura (22%, incremento interanual de una décima) se mantiene como la comunidad con mayor proporción de desocupados. Navarra (9%, tras una subida interanual de una décima) y PaÃs Vasco (9,1%; recorte de 3 décimas) permanecen como las autonomÃas con menor tasa de paro.
Una variable clave para conocer el estado de la economÃa y del mercado de trabajo es el número de empresas. Cuando el parque empresarial crece, significa que hay confianza, la inversión aumenta y, con ella, las oportunidades laborales. Si el número de empresas cae, sucede lo contrario.
En nuestro paÃs, el número de empresas ha caÃdo en todas las autonomÃas tanto en el primero como en el segundo trimestre del año. En este último caso, el descenso interanual es de un 6,6%, el peor dato en once años. En doce meses han desaparecido 88.600 firmas; los actuales 1,26 millones de empresas implican que se ha retrocedido hasta el número de empresas que habÃa a comienzos de 2015.
Para estimar mejor qué grado de oportunidades laborales ofrece a la población un determinado número de empresas, el Monitor Adecco incluye entre sus variables cuántas firmas hay cada mil habitantes en cada autonomÃa.
La cantidad de empresas cada mil personas ha disminuido en el segundo trimestre en todas las regiones españolas, hecho que no se veÃa desde 2013. En el conjunto de España, hay ahora 28,8 empresas cada mil habitantes, cifra que conlleva un retroceso de un 2,5% en comparación con las que habÃa hace un año. En la Comunidad Valenciana, la reducción interanual de esta variable ha sido de un 2,4%, por lo que se ha llegado a 29,5 empresas por cada millar de personas. Para la región es el dato más bajo en tres años.