Despues del verano, el sol, el agua salada y el uso de cualquier champú si salimos varios dias fuera de casa puede estropear nuestro cabello y hacerle perder su vitalidad. Un sencillo remedio es el aceite de almendras.
Ponemos en la palma de la mano una una cucharadita de aceite y nos frotamos las manos antes de aplicarlo para aumentar su temperatura. Es conveniente que el aceite se aplique tibio, asà se absorve mejor. Lo aplicamos sobre las puntas y dependiendo de lo graso que tengamos el cabello, podemos masajear todo el pelo con las manos impregnadas.
Dejamos actuar unas horas, incluso podemos envolver el pelo en un moño y cubrir con un paño de algodón y dejar actuar el tratamiento durante toda la noche. El calor de la cabeza ayuda a que el aceite se vaya absorviendo mejor.
Para finalizar labamos el pelo como de costumbre. Este es un tratamiento preventivo, cuando las puntas se ha abierto ya solo sanea la tijera, asi que debe aplicarse sobre el pelo sano de manera periódica.
