Nueva época del año: verano y vacaciones. Por ser un cambio natural y recurrente, puede que no le prestemos
la debida importancia. A los enfermos de Alzheimer, su familia y cuidadores, se
les puede complicar aún más la de ya de por sí difícil convivencia.
El cambio de las rutinas diarias o el viaje típico de las vacaciones
puede suponer un hándicap complicado de afrontar, pero os daremos algunas ideas
que puedan ayudar a hacerlo más llevadero.
Si el enfermo está en una fase temprana de la enfermedad, leve
o moderada, deberemos mantenerlo permanentemente INFORMADO de dónde nos
dirigimos y que vamos a hacer para fomentar en él un SENTIMIENTO DE SEGURIDAD.
10 PROPUESTAS (para el enfermo en fase leve o moderada).
1.- Ir a lugares cercanos
Un lugar familiar para el enfermo (como la casa del pueblo)
es lo ideal. Nunca a grandes distancias. Esto no es
aconsejable.
2.- El viaje en el coche particular
Para poder realizar las paradas que sean necesarias eligiendo
lugares lo más tranquilos posibles.
3.- Que partícipe de los preparativos del viaje.
Por ejemplo, se aconseja hacerle recordar cómo preparaba las
vacaciones con la familia.
4.- Informar a la familia y amigos que esperan nuestra
llegada.
Toda persona que vaya a tener contacto con el paciente debe saber
de sus particularidades; que hacer, que decir, como tratarle.
5.- Identificar al enfermo.
Con una pulsera o un colgante con su nombre y teléfono del cuidador.
6.- Objeto personal especial.
Puede ser alguna foto, ropa que le guste, su cojín favorito o
un objeto al que esté habituado y se pueda trasladar, para que le dé
tranquilidad.
7.- Contacta con una asociación de familiares
Las Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer pueden
echar una mano y colaborar para resolver algunas situaciones.
8.- Siempre la misma rutina
Hay que intentar mantener la misma rutina que el resto del año,
introduciendo las mínimas variaciones posibles. El desayuno, paseo, baño,
comida, actividad lúdica, cena, descanso…
9.- Hidratación
Mantener una dieta equilibrada y aportarle suficientes líquidos
que eviten la deshidratación del paciente. Controla el consumo de azúcar y
otros excitantes como teína, cafeína, etc. así evitarás episodios de agitación
innecesarios.
10.- Estimular al enfermo.
Hay que dedicarle el tiempo que sea necesario y compartir los
cuidados. Realizar una ligera actividad física evitando las horas de más calor
y estimular al paciente. No muestres prisas, ni aceleres ritmos. Sino todo lo
contrario. En un lugar nuevo, los tiempos que necesita para reconocer a
personas y espacios pueden alargarse un poco más.
Cuando la enfermedad se encuentra en una fase avanzada es aconsejable
no trasladar al enfermo de su domicilio.
En estos casos es preferible:
COMPARTIR LOS CUIDADOS CON OTROS FAMILIARES: Si compartís responsabilidades
con otros familiares o cuidadores, podréis viajar de forma independiente y
tranquila.
HACER USO DE OTROS RECURSOS, como las residencias para mayores,
que te permitan hacer uso de manera temporal. Esto os permitirá desconectar y
volver a retomar la tarea desde una nueva perspectiva.
ACTIVIDADES A REALIZAR CON ELENFERMO DE ALZHEIMER
¿Qué podemos hacer?
Cualquier actividad moderada que le resulte placentera; pasear,
salir a comer, ir a la playa…
Si sabemos qué cosas le gustaba hacer en el pasado seguro que
repetirlas, ahora de nuevo, le supondrá una experiencia agradable.
Debemos tener en cuenta que, quizá mañana, no recuerde lo que
ha hecho hoy, por ello, hay que hacerle disfrutar de cada momento. Que no
recuerde lo vivido no implica que no haya sido grato para el enfermo.
Por otro lado, a los enfermos de Alzheimer hay que manejarlos
con mucha cautela. Debemos evitar golpes de calor; los enfermos en fase
avanzada no pueden expresar la sensación de sed o que se encuentran mal debido
al excesivo calor.
Tenemos que ofrecerles agua, e incluso forzar a que la tomen,
a menudo para evitar la deshidratación.
Así mismo, le aplicaremos cremas solares que le protejan de las
radiaciones.
Algunas medicaciones son fotosensibles provocando reacciones
cutáneas por la exposición al sol. Mantener al enfermo en lugares de sombra y
frescos.
