Animales, víctimas de la crisis

De un tiempo a esta parte hemos cruzado la línea del paraíso al purgatorio y parece ser que permaneceremos en este lugar durante algún tiempo dadas las informaciones económicas en las que nos empapamos cada día. A veces me pregunto si el purgatorio en el que nos encontramos, nos está bien merecido y, hay días como el de hoy, cuando pienso en las historias de Panky y Tvinga, en el que pienso con rotundidad que sí. Evidentemente la crisis económica nos hipoteca y encorseta en una vorágine de dificultad, pero hay un aspecto que jamás debería entrar en crisis: nuestra moral. Sería conveniente que por parte de las autoridades europeas, además de ajustar nuestro déficit, ejercieran presión respecto de la situación del abandono y maltrato animal en nuestro país.

Hace unos meses llegó a las instalaciones de la protectora MODEPRAN en Paterna, una víctima de esta crisis moral, se le bautizó como Panky. Una vecina de Paterna llamó para comunicar que en una vivienda que habían abandonado unos inquilinos por impago, habían dejado un perro, de tamaño pequeño. Estuvo alimentándose de lo que los vecinos le tiraban por las ventanas que permanecían abiertas, mal vivía entre suciedad y entre sus propios excrementos. Cuando MODEPRAN lo rescató tenía sarna, muchísimo miedo, inseguridad. Apenas salía de su camita, aunque no rechazaba los mimos que cuidadores y voluntarios de la Protectora le ofrecían a cada instante. Gracias a la grandísima paciencia de sus cuidadores y el gran apoyo de de su compañero de batallas, Juanito, y con mucho amor y confianza, empezó a ver que más allá de su camita había mundo. Poco a poco, Panky ha ido recuperándose, su pelo ha cambiado, se ha vuelto alegre, muy cariñoso y muy simpático y con un altísimo grado de sociabilidad. A sus tres años Panky ha comenzado el camino hacia su nueva vida, una vida sin sufrimiento y con amor, mucho amor, aunque ahora le falta lo primordial: una familia que lo adopte.

Tvinga es otro caso de abandono y sufrimiento animal, esta preciosa cruce de pastor alemán llegó hace dos meses en un estado lamentable, penoso. Su vida pendía de un hilo, es de esos casos de extrema crueldad humana. Llegó anémica, positivo en leishmania, millones de garrapatas cubrían su cuerpo, no tenía prácticamente pelo, su debilidad absoluta le dificultaba caminar aunque no le impedía mover su cola como muestra de agradecimiento infinito. Después de adecentarla, desparasitarla, alimentarla y vitaminarla comenzó a mejorar día tras día. Su apetito iba abriéndose, comenzó a crecerle el pelo, y mostraba signos de querer comenzar a jugar. Tvinga se está recuperando de una manera espectacular gracias a su voluntad por sobrevivir y al amor de sus cuidadoras Carol y Alicia, junto al del grupo de voluntarios de MODEPRAN Paterna. Ahora Tvinga espera como una bella dama renaciendo, que espera en su humilde box a que una apuesta familia que quiera disfrutar de una cariñosa, curiosa, juguetona y sociable perra.

Estos dos ejemplos de superación y esfuerzo, por parte de animales y personas de gran corazón, dibujan un halo de esperanza en un triste panorama generalizado en el que más que crisis económica se vive una crisis moral, en la que se intenta justificar lo injustificable, en la que siempre los más afectados son los más débiles y los que no tienen ni voz ni voto. La delicada situación social y económica no puede ser razón para tanta crueldad para con los animales. Muchas personas no están concienciadas en la importancia de esterilizar a los animales para no procrear y aumentar camadas indeseadas, no prestan atención a la importancia de colocar un chip, muchas se quedan impasibles ante la visión de un animal abandonado vagando por un arcén o destrozado en una cuneta… esto sí que es una verdadera crisis, la pérdida de la moral.

Desde las asociaciones protectoras de animales se insiste en la importancia de la concienciación ciudadana y de la colaboración de las administraciones públicas para modificar el panorama actual. Tanto el personal de MODEPRAN como sus socios y voluntarios, agradecen que administraciones como la que representan el Ayuntamiento de Paterna y el Ayuntamiento de Valencia, apuesten y confíen en este tipo de proyectos, que erradiquen el sacrificio y opten por la concienciación y la adopción, porque antes de comprar o criar no hay que olvidar que cientos de animales esperan en sus jaulas la oportunidad que una persona como tú les puede ofrecer adoptándoles y salvando una vida.

(Para adoptar, llamar a 662 366 480. Mail: info@modepran.com)