Edificio emblemático. EFE Los arquitectos de Valencia han criticado a la Generalitat por que en la
contratación de proyectos de arquitectura del sector público, en
contra de los establecido en la legislación vigente, se prime el precio
en lugar de la calidad.
La Ley de Contratos del Sector
Público (LCSP) prescribe, según el Colegio de Arquitectos de Valenciaque
"los órganos de contratación velarán porque se establezcan criterios de
adjudicación que permitan obtenerservicios de gran calidadque
respondan lo mejor posible a sus necesidades;y, en especial, en los
procedimientos de contratos de servicios que tengan por objeto
prestaciones de carácter intelectual, como los servicios de ingenierÃa y
arquitectura".
Las últimas 25 adjudicaciones han
superado el 30 % de media en la baja económica de honorarios, según han
afirmado las fuentes, que han añadido que los casos más flagrantes son
las nueve últimas adjudicaciones de proyectos de colegios e institutos,
concretamente en San Antonio de Benagéber, Oliva, La Pobla de Farnals,
València, Puçol yDehesa Campoamor-Orihuela, cuyas adjudicaciones han
superado en todos los casos el 50 % de baja económica.
El
Plan Edificant de la Generalitat Valenciana financia a las
corporaciones locales, en quienes delega la redacción de las bases y el
desarrollo de los concursos, han explicado los arquitectos. "Al no
haber definido la administración autonómica un criterio y objetivo
común, la baja económica prima frente a los criterios de calidad", han
resaltado.
En todos los casos citados se dio la
circunstancia de que ninguno de los licitadores mejor puntuados
técnicamente resultó adjudicatario del concurso.
La
presidenta del Colegio de Arquitecto, Marina Sender, ha afirmado que
"desde la modificación de la ley hace dos años, el resultado ha sido el
contrario del que hubiéramos deseado, las bajas son cada vez mayores".
Según
Marina Sender, "es muy preocupante que la administración, en un
contexto de falta de trabajo, aproveche una interpretación particular de
la Ley de contratos para perjudicar a los arquitectos, primando las
bajas económicas frente a la propuesta técnica, provocando un aumento
lineal de las bajas que parece no tener lÃmite, justo ahora que parece
que tras el COVID se va a producir un lamentable ajuste significativo en
el sector inmobiliario y en la contratación pública".
Para
solventar esta situación, la Oficina de Concursos del Colegio de
Arquitectos ha pedido la aplicación de fórmulas matemáticas que primen
la calidad frente a la mejor valoración actual de las bajas más cercanas
a las temerarias; la desviación mÃnima sobre la media de las bajas; y,
sobre todo, el cambio de modelo de contratación.
De las
948 licitaciones publicadas este año en todo el territorio nacional,
solo 12 se han convocado por el procedimiento de Concurso de Proyectos,
la forma establecida de contratación cuando "los procedimientos estén
encaminados a la obtención de planos o proyectos, principalmente en los
campos de la arquitectura, el urbanismo y la ingenierÃa, a través de una
selección que, tras la correspondiente licitación, se encomienda a un
jurado".
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