La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) rechaza la exclusión de los sectores agrícolas y ganaderos más afectados por el acuerdo que la Unión Europa pretende alcanzar con Mercosur durante la audiencia pública sobre dicho tratado que hoy celebra la Comisión de Comercio Internacional (INTA) del Parlamento Europeo. La asociación presidida por Cristóbal Aguado se suma así a las críticas del COPA-COGECA -la entidad que aglutina a las principales organizaciones profesionales agrarias y cooperativas de la Unión Europea- que asegura que los sectores agrarios amordazados "hablarán más alto que muchas de las declaraciones en la sala".
Mientras que en la audiencia se escuchan voces de los sectores agroalimentarios orientados a la exportación y de algunos actores de la sociedad civil, los agricultores y productores europeos de los sectores del azúcar, la carne de vacuno, las aves de corral, el maíz, los huevos o el etanol vuelven a ser silenciados, a pesar de encontrarse entre los más directa y negativamente afectados por el acuerdo.
Para el sector agrario, este encuadre selectivo de la audiencia pública "corre el riesgo de presentar una imagen parcial y engañosa que ignora las preocupaciones reales y acuciantes de las comunidades agrícolas y productoras de alimentos de la UE en toda Europa. Esta exclusión no es casual. Refleja una tendencia preocupante más amplia: una reticencia deliberada a enfrentarse a las verdades y realidades incómodas de las consecuencias del acuerdo UE-Mercosur".
Cristóbal Aguado advierte de que "parece ser que la Unión Europea se ha olvidado de las movilizaciones históricas del sector agrario en 2024 y quizás por este camino que insiste Bruselas pronto volveremos a salir para defender un futuro digno de los agricultores y ganaderos".
Lo que no se ha oído
El COPA-COGECA subraya los mensajes que no se oyen hoy en la audiencia pública: "Bajo los términos actuales del acuerdo, se espera que los agricultores y fabricantes de la UE compitan en condiciones desiguales, enfrentándose a importaciones producidas bajo normas medioambientales, sociales, sanitarias y de seguridad alimentaria inferiores a las de la UE, sin ninguna garantía de reciprocidad. Asimismo, se engaña a los consumidores europeos haciéndoles creer que los productos importados cumplen las mismas normas estrictas que los alimentos de la UE, cuando en realidad dista mucho de ser así".
Las disposiciones sobre sostenibilidad del acuerdo actual siguen siendo "vagas e inaplicables", y el fondo de compensación propuesto por la Comisión "no sustituye a unos mecanismos de salvaguardia sólidos y jurídicamente vinculantes". Por último, las concesiones de acceso al mercado del acuerdo actual suponen "una amenaza existencial" para los agricultores y productores de azúcar, carne de vacuno, aves de corral o etanol de la UE.
Dentro de la urgencia actual por diversificar mercados y reducir riesgos, las organizaciones agrarias exigen que "la UE no debe olvidar la importancia estratégica de la agricultura, especialmente en tiempos de crisis. Seguir adelante con este acuerdo en su forma actual socavaría gravemente los propios objetivos y compromisos de la UE en materia de seguridad alimentaria, sostenibilidad y competencia leal".
En este sentido, argumenta el COPA-COGECA, "si el Parlamento Europeo busca un debate verdaderamente abierto, serio y equilibrado, debe garantizar que todas las voces, especialmente las de los más afectados, sean escuchadas en la sala. La audiencia de hoy es una oportunidad perdida. Pero instamos a los eurodiputados a que formulen las preguntas difíciles y defiendan los principios del comercio justo, la reciprocidad en las normas y la protección de los sectores agrícolas más sensibles de Europa".