La Comunidad Valenciana entrará mañana lunes, en su totalidad, en la fase 2 de la desescalada, lo que va a suponer medidas más laxas tanto para los comercios y establecimientos como para los propios usuarios, sin que ello implique una relajación en cuanto a las precauciones que todavÃa debemos asumir por parte de todos.
En este sentido, desde la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios queremos seguir enviando un mensaje de prudencia y responsabilidad, para evitar, en la medida de lo posible, nuevos brotes de la COVID-19, como ya se están dando en algunas localidades.
AsÃ, desde AVACU instamos a las personas consumidoras a que comuniquen a las autoridades aquellos bares, restaurantes... que no cumplan con las limitaciones exigidas en cuanto a limpieza, desinfección, distancias de seguridad, número máximo de personas reunidas u otros aspectos, tanto en las terrazas como en el interior de los establecimientos. También en todos los comercios recordamos que se deben respetar las limitaciones de aforo y distancias de seguridad.
Asimismo, y dado que a partir de mañana se abrirán la mayorÃa de las playas de nuestra Comunidad, solicitamos también a la ciudadanÃa que cumplan y respeten las medidas impuestas en ellas por parte de la administración, especialmente en lo referente a las medidas de acceso, perÃmetros de seguridad, separación entre usuarios, etc.
Desde AVACU queremos recordar también la obligatoriedad del uso de mascarillas, tal y como se informa desde el Ministerio y en los casos establecidos por las autoridades (cuando no sea posible mantener una distancia de dos metros entre personas, en espacios abiertos y cerrados, cuando su uso no sea incompatible con la actividad que se vaya a realizar...), insistiendo en que, una vez usadas, deben ser desechadas adecuadamente, al igual que los guantes, en el contenedor de restos (generalmente de color gris o verde, dependiendo de municipios), nunca en el contenedor amarillo, en la vÃa pública o en otros espacios abiertos, como playas, montes..., ya que, además del peligro a nivel sanitario que puede conllevar, también puede acarrear un impacto medioambiental e, incluso, en algunas localidades, sanciones económicas.