El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.EFE-J.J. Guillén-Archivo
Bankia ha obtenido un beneficio neto de 541 millones de euros en 2019,
un 23 % menos que un año antes, debido al menor resultado logrado con la
rotación de carteras de renta fija y a unas mayores provisiones
asociadas al coste de la venta de activos improductivos.
En un
comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores
(CNMV), la entidad explica que la dotación a provisiones y otros
resultados se ha elevado hasta 673 millones de euros, asociados al coste
de la venta de carteras de crédito y activos adjudicados,
principalmente en el segundo semestre del año.
En el cuarto
trimestre estanco, las cuentas han arrojado unas pérdidas de 34
millones, algo inferiores a los 40 millones perdidos en el mismo
trimestre del año anterior, lo que la entidad atribuye, en parte, a la
contribución al Fondo de GarantÃa de Depósitos (FGD).
Pese a la
caÃda del beneficio neto, el resultado del negocio puramente bancario o
"core" ha crecido un 3,5 % en 2019, hasta 1.287 millones, tras
estabilizarse los ingresos y reducirse los gastos más de lo previsto,
según ha destacado el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.
También
ha asegurado que 2019 "ha sido el mejor año en términos comerciales
desde la creación de Bankia" que, asimismo, ha registrado un nuevo
incremento del nivel de solvencia, hasta cerrar, por primera vez un
ejercicio, por encima del 13 %.
La entidad prosigue con la
devolución de ayudas públicas y superará los 3.300 millones retornados a
los contribuyentes una vez se abone el dividendo, un total de 355
millones de los que el Estado cobrará 220, gracias a su participación
del 61,8 % en Bankia a través del FROB.
Bankia también destaca
que las ventas por canales digitales superan ya el 36 % del total, 20
puntos porcentuales más que hace dos años (15,9 %) y por encima del
objetivo del Plan Estratégico para 2020 (35 %).
El número de
clientes digitales ha seguido aumentando y representa ya el 53,3 % del
total, tras crecer casi 13 puntos porcentuales en los últimos dos años.
Por
otra parte, los activos improductivos netos (créditos dudosos y activos
adjudicados) han disminuido en 2.500 millones y se han situado en
8.350 millones brutos al finalizar diciembre, un 23,2 % menos que un año
antes.
Los riesgos dudosos brutos se han reducido en casi 2.000
millones de euros entre enero y diciembre, hasta los 6.465 millones
(-23,2 %), con lo que la morosidad ha cerrado el ejercicio en el 5 %,
tras bajar 1,5 puntos en comparación interanual.
Y todo ello para
una cartera crediticia neta de 117.444 millones de euros, que ha bajado
un 0,7 % en comparación con diciembre de 2018.
Los depósitos de
la clientela se han reducido algo más, un 1,2 %, hasta los 124.785
millones, en tanto que los recursos totales de la clientela dentro y
fuera del balance han crecido un 1,4 % y han sumado 174.267 millones, lo
que ha ayudado a elevar los activos totales un 1,6 %, a 208.468
millones.
En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el
de intereses, que recoge la mayor parte de los ingresos, se ha reducido
un 1,3 % y quedado en 2.023 millones, en tanto que el bruto, que añade
los ingresos por comisiones, se ha situado en 3.245 millones tras
retroceder un 3,6 %.
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