La coordinadora general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, ha exigido a Ximo Puig que "no utilice los presupuestos para hacer la demagogia que acostumbra y explique por qué los valencianos siguen pagando el despilfarro de los socialistas en proyectos fallidos que no han podido ponerse en marcha".
Isabel Bonig ha criticado "el cinismo de Ximo Puig, que fue el colaborador necesario de Zapatero para, en primer lugar, negar una financiación justa a la Comunitat Valenciana, y en segundo lugar, rechazar la puesta en marcha de infraestructuras estratégicas para nuestra tierra".
"Pero, además, –ha continuado- desde su escaño apoyó inversiones millonarias en proyectos cuya viabilidad estaba más que cuestionada, como las desaladoras o el proyecto Castor, que todavía no se han podido poner en marcha porque, además, su tramitación fue un desastre en términos administrativos".
Bonig ha incidido en que se trata de obras que todavía se están pagando, como recogen los propios presupuestos, "que para nada son productivas y que han evitado que los valencianos podamos contar en estos momentos con otras infraestructuras estratégicas que darían un plus de competitividad a nuestro territorio, como puede ser el Corredor Mediterráneo o los accesos ferroviarios a los puertos".
La coordinadora general del PPCV ha añadido que estas dos actuaciones son "obras que, precisamente, ha tenido que activar el Gobierno del PP, en un contexto de dificultades y mientras se ha tenido que seguir haciendo frente al despilfarro generado por los socialistas en obras caprichosas e innecesarias, que en muchos casos conllevaron expropiaciones que tampoco se pagaron en su momento y que se están abonando ahora". En este punto ha recordado que el PP se encontró con 4.000 millones en facturas en los cajones, muchos de ellos relativos a expropiaciones impagadas.
"De esto y no de otra cosa es de lo que tendría que estar hablando Ximo Puig. Que justifique, si puede, por qué su partido hipotecó de esta forma el futuro de los valencianos, porque las obras que ahora reclama se podrían haber hecho o puesto en marcha si él no hubiese jaleado decisiones que ahora repercuten en menos inversión para lo que realmente necesita esta Comunitat", ha subrayado.
Bonig ha puesto como ejemplo el plan de desaladoras a través del cual se han construido cinco plantas en la Comunitat –Torrevieja, Moncofa, Cabanes-Oropesa, Sagunto y Mutxamel-, con un coste de 554 millones de euros, y que no se han podido poner en marcha porque lo municipios afectados no pueden hacer frente al coste del agua desalada.
"Se realizaron sin hacer un análisis serio de su viabilidad económico-financiera, del coste del agua y de los usuarios a los que iría dirigida, porque sólo les ha interesado hacer política con el agua, y ahora nos encontramos con que asumir ese coste supondría la ruina de estos ayuntamientos", ha explicado.
También se ha referido al proyecto Castor, en el que el Gobierno socialista "regaló y comprometió 1.700 millones con los que se podrían financiar infraestructuras mucho más necesarias y básicas para nuestro desarrollo". Bonig ha recordado que Puig apremiaba al Gobierno de Rajoy en 2012 para que lo pusiera en marcha y ahora dice justo lo contrario.
