Si reflexionamos sobre lo que está pasando en España, en
Europa y en todo el mundo, es razonable que nos hagamos este tipo de preguntas,
porque la realidad nos presenta cada dÃa un predominio inexplicable de los
planteamientos más cerrados y de las prácticas, no sólo polÃticas, sino también
sociales, más injustas, más insolidarias y más conservadoras. A la sociedad se
le duerme con fiestas. Ahora llegan las Fallas en nuestro pueblo y en Valencia
y para muchÃsiÂma gente, durante un mes, ese es el único centro de intereses.
Vestirnos elegantes, salir muchas horas, beber mucho, comer fuera de casa. Y
nos olvidamos de los problemas reales de mucha gente, del paro, de la situaÂción
de las personas dependientes, del brutal problema de la emigración, de la
corrupción de tantos persoÂnajes importantes por su situación social, de las
decisiones continuas para empeorar los servicios públicos esenciales. Tendremos
veinte dÃas de bloqueo de la vida cotidiana, de ruiÂdos insoportables, de fotos
y paseillos de nuestra clase polÃtica local y autoÂnómica, de ocupación absurda
de la calle por una minorÃa.
Por eso, una vez más la ciudaÂdanÃa ha de luchar. No basta
el caÂbreo. Se necesita el salir de casa, el organizarnos, el buscar caminos alÂternativos
que no sean puntuales ni ocasionales, sino que duren mucho tiempo. Hemos de
crear asociaciones de toda clase y hemos de trabajar en los partidos polÃticos
progresistas, para que hayan cambios reales en su funcionamiento y en su
gestión, más allá de las imágenes que tanto les gusta a muchos de sus
dirigentes. Es sorprendente ver cómo la barbarie de la gestión del PP, que
tantos daÂños está produciendo a muchÃsimas personas, sólo genera enfado, pero
muchas veces no genera esperanÂzas alternativas, sino que sólo sirve para
refunfuñar. Y eso no basta. NeÂcesitamos alternativas, necesitamos
organización, necesitamos reflexión y dedicación personal. Asà le podreÂmos
ganar a la derecha con claridad. Está claro que la España profunda es muy
conservadora y muy hipócrita y las minorÃas económicas se lo han montado
perfectamente para recibir absurdos apoyos de grupos sociales de economÃa baja.
El PP no pierde ocasión para aliÂmentar esos sentimientos
populistas. Vean lo que han hecho con la celeÂbración del 11 M. Aunque hay una
clara sentencia judicial, tratan de meter cada dÃa el dedo en el ojo con
afirmaciones insenÂsatas y falsas. ¿Por qué no recuerdan con el mismo
entusiasmo a las vÃctimas de las barbaries franquisÂtas? Esas vÃctimas fueron
muchas más y se las olvida todos los dÃas. ¿Y por qué siguen marginando absoluÂtamente
a los partidos legales de la izquierda abertzale vasca? ¿Por qué no se alegran
de que ha habido camÂbios profundos y esperemos que deÂfinitivos en la sociedad
vasca? Parece que les encantarÃa que ETA siguiera haciendo el bárbaro. Y ¿por
qué no se trabaja de otra manera el tema de la gente africana que quiere entrar
en Europa? Parece que sean delincuenÂtes o enemigos y no se hace casi nada
desde Europa para luchar contra esa pobreza brutal y esas privaciones brutales
de derechos humanos. ¿HaÂremos cambios positivos? ¿Nos impliÂcaremos en todas
las infinitas luchas que hay que hacer? ¿O preferimos las fiestas? !Hay que
luchar!