Carlos Fuster señala la maquinaria que se afana en retirar grava de la playa de la Almardà . Va destinada a la costa del sur de Castellón, notablemente dañada por la continua privación de sedimento desde el norte a causa de las barreras artificiales construidas en las últimas décadas: desde el puerto de Burriana hasta los sucesivos espigones en Nules, Moncofa… Pero, además de grava, la máquina también arrastra arena, aunque se haga una criba.
"A veces destrozan el entorno, actúan con total impunidad", lamenta.
"Dicen que regeneran las playas de aquÃ, pero en realidad todo esto se lo llevan para construir la de Almenara". Durante el boom urbanÃstico se prometió a los vecinos de este municipio que tendrÃan una playa decente. Hoy en dÃa esa playa es casi inexistente.
Fuster lleva décadas observando de primera mano la evolución del litoral en la playa de Canet d'En Berenguer, donde regenta la cafeterÃa Barraqueta de Mar, y en las playas de Sagunt y Almenara. Es habitual verle recorrer la zona con su todoterreno blanco, observar y capturar fotografÃas o vÃdeos. De hecho, cuenta que los operarios que trabajan por allà ya le tienen fichado. Se muestra muy preocupado por la situación que atraviesan las playas. "No parece que haya una solución definitiva", cuenta. Según él, lo único que se ponen son parches. Parches de los que el Ayuntamiento podrÃa no estar al corriente en ocasiones, ya que se trata de actuaciones que dependen de la Dirección General de Costas. Por ejemplo, la retirada de piedra en la playa de Corinto que se ha puesto en marcha recientemente: "Si preguntas, es probable que te digan que no saben nada". En cuanto a Canet, aunque la erosión se ve frenada por la ubicación de Puerto Siles, que permite acumular arena, no se sabe con exactitud qué futuro le espera a la playa, porque la gran cantidad de piedra circula de norte a sur y podrÃa llegar a perjudicarla.
En las playas de la comarca abundan los problemas. Además de la regresión y de la pérdida de arena, la retirada de las turbinas en la gola de Quartell provoca que el agua se estanque frente a un gran muro de arena que tapona la salida al mar, y la marjal se inunda constantemente.
Fuster cree que una posible solución en la costa serÃa coger arena del norte de Burriana, acumulada gracias al puerto, antes que recurrir al sedimento de la Almardà . Aunque ya podrÃa ser tarde para tomar cualquier medida. "HabrÃa de hacerse como en Nules y llevar esto a los tribunales, conseguir ingenieros y abogados medioambientales y llegar hasta Bruselas si hace falta", reflexiona.