Carmen Vidal, nuestra Coco Chanel española, fundadora de la firma de cosméticos Germaine de Capuccini es recordada en el Museu Valencià d'Etnologia

Este mes en que se cumplen 130 años del nacimiento de la mítica Coco Chanel, y ahora que todo el mundo habla de los emprendedores, quizás convenga recordar la historia de la Cocó Chanel española, Carmen Vidal, fundadora de la firma de cosméticos Germaine de Cappucini.

Nacida en Argelia, pero de origen español, Carmen Vidal se instaló finalmente en Alcoy en 1966, después de haber estado trabajando en París, donde aprendió el secreto arte femenino de los ungüentos, los afeites y las cremas.

Como al mayoría de las pioneras de la cosmética moderna (desde Helena Rubinstein a Elizabeth Arden, pasando por Chanel) comenzó de manera totalmente autodidacta, gracias a unos cuantos conocimientos de enfermería, fisioterapia y química. En su biografía oficial -"Así creé Germaine de Cappucini"- cuenta que antiguamente las formulaciones contenían sobre todo ingredientes rudimentarios para blanquear la piel, suavizarla o disimular imperfecciones, pero no para prevenir su envejecimiento.

Dicen que abrió una peluquería en Alcoy con una pequeña esquina de apenas dos metros escasos en la que vendía preparados artesanales para el cuidado de la piel. Aquellos dos metros escasos son ahora un imperio que exporta sus productos -desde la fábrica matriz de Alcoy- a más de 69 países y que dispone de más de 17.000 centros de belleza repartidos por el mundo.

Como a una mujer de la España de los sesenta ningún banco le facilitaba crédito, el negocio empezó con pequeñas aportaciones de amigos y vecinos. Por eso se puede decir que Germaine de Cappucini es mucho más que una empresa familiar: es un modelo comunitario de negocio, exitoso fruto de unas redes sociales de cooperación que la expansión de la economía financiera había derrumbado... hasta que la crisis actual las ha vuelto a activar.

Todo un ejemplo de resistencia y persistencia femeninas, el de Carmen Vidal, que murió hace ahora diez años después de haber encontrado en la belleza la mejor forma de rebelarse contra un mundo que la excluía. Igual que Coco Chanel.