Un camarero permanece atento en una terraza de la plaza de la Virgen en València. EFE-Archivo
Los motivos que llevan a convocar las movilizaciones durante este mes de julio, y que puede terminar con un proceso de inactividad antes de terminar la temporada de verano, son las posturas alejadas entre sindicatos y patronal en materia salarial y en condiciones de trabajo, según un comunicado conjunto de CCOO y UGT.
Además, los sindicatos reclaman limitar la externalización de puestos de trabajo en el sector a empresas que pagan hasta un 40 % menos, afirman desde CCOO y UGT, mientras los empresarios, en una rueda de prensa celebrada también este jueves y posterior al comunicado sindical, contestan que es "inaceptable".
En cuanto al salario de los trabajadores, la patronal ofrece una subida del 6 % en cuatro años, mientras que los sindicatos reclaman un 15 % en ese mismo periodo.
Desde los sindicatos afirman que los salarios del sector están "congelados" desde 2014, cuando subieron por última vez, con lo que, aseguran desde CCCOO y UGT, los trabajadores "han perdido cuatro puntos de poder adquisitivo".
Los sindicatos recuerdan que propuestas empresariales como el contrato de inicio, suprimir descansos o la desregularización del personal fijo discontinuo son "inasumibles" para aceptar el acuerdo.
Por todo ello, los sindicatos convocan la primera concentración el próximo 31 de julio en la calle Colón de València, frente al Hotel NH.
La Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana (HOSBEC), por su parte, ha declarado que el sector hostelero "no se puede permitir una huelga", además de agregar que las posiciones sindicales son "razonables" y que "se tendría que llegar a un acuerdo".
Desde HOBSEC afirman que el texto "se tiene que volver a redactar", ya que está "anticuado" al datar de 2011, además de declarar que "sería beneficioso" aceptar una acuerdo "en un plazo breve de tiempo".
No obstante, la asociación hostelera afirma que es "difícil" llegar a un acuerdo, ya que UGT y CCOO tienen divididas "al 50 %" sus acciones y "no es posible pactar tan solo con un sindicato".
Los sindicatos solicitan a las administraciones públicas "implicación" en la mediación del conflicto en ciernes, y también realizan un llamamiento al empresariado para "desbloquear" la situación.
