Los arqueólogos se afanaban ayer bajo el
cielo encapotado, en la fosa 22 del cementerio de Paterna, dando inicio a
las excavaciones que pretenden encontrar los cuerpos de 39 fusilados
durante la represión franquista. Las obras, financiadas por la Diputació
de València, son el comienzo también de las numerosas actuaciones en
materia de memoria histórica que se llevarán a cabo durante 2018 con un
presupuesto de 626.000 euros.
"Continuamos
con nuestro trabajo de dignificar este país, que no puede considerarse
democrático si todavía tiene las cunetas y los cementerios llenos de
fosas comunes", se ha lamentado la titular de Memoria Histórica, Rosa
Pérez Garijo. La diputada se ha reunido con los descendientes de las
víctimas y ha señalado que, en sus palabras, "compartimos la alegría de
las familias que pensaban que no iban a vivir este momento, un momento
que se ha demorado demasiado".
Los
trabajos de excavación y exhumación de la fosa común, a cargo del
equipo de ArqueoAntro, se prolongarán durante los próximos dos meses.
"En una semana esperamos llegar a los restos de los represaliados,
ubicados bajo los cuerpos de enterramientos ordinarios", ha explicado el
arqueólogo Miguel Mezquida.
Una
vez finalizados los trabajos de campo, se enviarán las muestras a la
Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid, donde
se estudiarán los restos y signos de violencia. "Tras este proceso, una
empresa genética hará los cotejos de las muestras de ADN con las más de
12 familias involucradas en el proceso", ha detallado el arqueólogo de
ArqueoAntro. Cotejos que, junto con los estudios arqueológicos y
antropológicos, permitirán la individualización e identificación
completa de los restos de las víctimas para ser devueltas a sus
parientes.
"A mi
abuelo lo fusilaron con sólo 23 años, junto con otras 38 personas. El
sueño de mi padre ha sido siempre encontrarlo, y ahora mi misión es
localizar a los familiares de las víctimas para que puedan hacer lo
mismo", ha contado Amelia Hernández, nieta de Manuel Hernández Sáez,
impulsora de los trabajos y presidenta de la Asociación por la Memoria
Histórica de Carlet.
Concretamente,
en la número 22 se ubicó una saca de 39 personas, ejecutadas de manera
sumaria el día 28 de julio de 1939. Entre las víctimas se encuentran
vecinos de un gran número de poblaciones de la provincia de Valencia
(Alberic, L'Alqueria de la Comtessa, Benaguasil, Benifaió, Bunyol, Casas
Altas, Canet d'en Berenguer, Carlet, El Puig, Gandia, Manises, Sagunt,
València, Xàtiva o Yátova), como es común; pero también se espera hallar
víctimas de otras provincias como Alicante (Ibi), que en ocasiones
venían huyendo de otras zonas ya ocupadas por el ejército golpista.
Asimismo, los expertos han seguido los estudios realizados por Vicent
Gabarda Cebellán, cuyo libro 'Els Afusellaments al País Valencià'
constituye una herramienta fundamental para hallar a las víctimas de la
dictadura.
Activistas políticos y miembros de sindicatos
Es
frecuente encontrar entre los represaliados un gran número de
activistas políticos o sindicales de diferentes organizaciones que
conformaron los gobiernos de la Segunda República, y del periodo de la
Guerra Civil. Estas diferentes sensibilidades políticas quedan
reflejadas en las diversas vinculaciones de muchos de los sentenciados a
muerte: los sindicatos CNT y UGT, el Partido Comunista, Izquierda
Republicana y el PSOE.
Según
los datos proporcionados por las propias familias, las víctimas
generalmente fueron en un primer momento encarceladas en sus propias
localidades –o en las localidades en las cuales residían–, para ser
trasladadas a las cabezas del partido judicial, donde se les iniciaron
los procesos sumarísimos. Posteriormente fueron conducidos al Penal de
San Miguel de los Reyes o a la Prisión Celular de Valencia, conocida
popularmente como la 'Cárcel Modelo' donde, una vez llegaban las
sentencias de pena de muerte, esperaban a ser llevados hasta Paterna.
Aumento del presupuesto en Memoria Histórica
En
el pasado año, fueron exhumados un total de 118 cuerpos de
represaliados por la dictadura franquista con financiación de la
Corporación provincial. Precisamente, 14 de las Fosas 82 y 92 del
cementerio de Paterna, 12 del cementerio de Ontinyent, 50 de la Fosa 113
del cementerio de Paterna y 42 más de un nicho, ubicado en el mismo
cementerio.
Pérez
Garijo ha aprovechado para hacer balance de su tarea al frente de
Memoria Histórica, y ha recordado que en 2017 se duplicó el presupuesto
anual al verse "desbordados" por las peticiones de ayuntamientos y
asociaciones.
Antes
del inicio del verano, el equipo de expertos de ArqueoAntro abordará la
exhumación de la fosa 128 del cementerio de Paterna, donde esperan
hallar más de 120 represaliados, lo que la convertiría en una de las
fosas comunes más grandes del país. Tras esta, se llevará a cabo la
excavación de la fosa 94, con más de 70 cuerpos registrados, y la fosa
112, esta última promovida por el ayuntamiento de Tavernes de la
Valldigna. "Este año exhumaremos unas 300 víctimas, más del 10% de los
fusilados en Paterna y un 7% de los republicanos represaliados en todo
el País Valencià", ha destacado Mezquida.
Asimismo,
la delegación de Memoria Histórica está elaborando un documental sobre
las exhumaciones realizadas en los municipios valencianos, así como una
web donde podrán encontrarse bases de datos, numerosas entrevistas y
documentos referentes a la etapa de la guerra civil y la posterior
represión franquista.