Durante 2024, el sector vivió una situación excepcional con precios en origen que superaron los 8,80 euros por litro, impulsados por la baja producción y la sequía. Sin embargo, la nueva campaña se inicia con un panorama diferente: mejores previsiones de cosecha, mayor disponibilidad de producto y una notable moderación de los precios.
Actualmente, el aceite de oliva virgen extra se sitúa en torno a 3,5–4 euros por litro en origen y entre 6 y 8 euros por litro para el consumidor final, lo que supone una reducción de más del 50 % frente a los máximos del año anterior.
Estos cambios reflejan una normalización del mercado oleícola, aunque el sector sigue atento a la evolución de la climatología y a los costes de producción, factores que seguirán influyendo en el desarrollo de la campaña.
Con esta nueva etapa, productores y almazaras afrontan el inicio de campaña con mejor ánimo y nuevas expectativas, confiando en que 2025 consolide la estabilidad del mercado y recupere el equilibrio entre oferta, demanda y precios.