Compromís
ha presentado una serie de preguntas escritas sobre la
tramitación de los visados españoles de los menores en proceso de
acogida en Bielorrusia. Los procesos de acogida, en la mayoría de
los casos, son lentos y con largos trámites que desesperan a
adoptantes que luchan contra las administraciones españolas y de
terceros países, y existen dudas razonable de si la condición de
matrimonios homosexuales puedan acabar con la parálisis de la
tramitación.
El
portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha presentado una
serie de preguntas en relación a las actuaciones y procedimientos de
acogida así como de los criterios para denegar los visados aun
contando con informes favorables. "Sabemos
que este camino no es fácil y que el Estado debería poner los
mecanismos necesarios para que el camino hacia la acogida no fuese
tan tortuoso.
Somos
conocedores de casos bastante llamativos, y de otros que ponen en
entredicho la objetividad de este proceso. Queremos saber hasta qué
punto se han obstaculizado la tramitación en casos de matrimonio
homosexuales, y qué medidas ha adoptado la diplomacia española en
estos casos, como país vanguardista en los derechos LGTBI+, no
podemos consentir ningún tipo de discriminación por estos hechos, y
el por qué de la negativa del cónsul español en firmar únicamente
en un caso de dos padres varones. "
El
caso de Víctor y su marido
El
pasado mes de febrero, Víctor y su marido, una matrimonio dos
hombres residentes en València, empezaron los trámites requeridos
para adoptar un niño en Bielorrusia. Tanto la Generalitat
Valenciana como la Oficina de Extranjería de la Delegación de
Gobierno, emitieron informe favorable, si bien es cierto que ésta
última les pidió información que a otras parejas no, como es el
censo de la vivienda. "Cumplimos
todos los requisitos, y tanto una como otra nos avalan"-
ha relatado Víctor.
Esta
documentación se remitió al Consulado, junto a los expedientes de
otros 91 niños y niñas a la espera de ser adoptados en este país.
Todos los visados han sido concedidos, menos los del niño de 10 años
que la pareja valenciana pretendía adoptar. La respuesta a la
denegación del visado es que la información presentada para la
justificación del propósito y las condiciones de la estancia
prevista no son fiables, a pesar del visto bueno de las dos
instituciones, las cuales recogen que la pareja prevé las
condiciones necesarias para que, durante el desplazamiento y la
estancia del menor en España, cuente con la necesaria protección.
Los
informes de servicios sociales de Bielorrusia son claros: al niño
asignado a Víctor y su marido, tras habérsele sido retirada la
custodia a sus padres en varias ocasiones, debe ser dado en acogida
para que crezca en un ambiente y familia estructurada. Su madre
biológica, por su parte, ha firmado ante notario el consentimiento
para que su hijo sea adoptado por otra familia. A pesar de ello, el
cónsul español se niega a firmar el visado para que pueda ser
traído para que cuente con las atenciones y cuidados que un menor
necesita.
"En
más de 8 años se han traído muchos niños y nunca se han denegado
ningún visado"
nos cuenta Víctor, que tras varias conversaciones telefónicas con
la agencia de acogida confirma esta información. "El
dolor de tener ya ropa comprada, la casa preparada y que a cuatro
días lo rechazan. Y que el pobre niño, semanas antes de venir a
España le hayan tenido que decir que no va a venir. Y la culpa, ¿y
si lo hubiese acogido otra familia, heterosexual?".
Tras varios intentos por contactar con el consulado no han obtenido
respuesta alguna. Mientras tanto, solo les queda esperar.