Quien tenga un adolescente en casa, sabrá que de la noche a la
mañana alteraciones cutáneas como la irrupción de una espinilla en
la piel del rostro se vuelve todo un drama que hay que solucionar
cuanto antes. En el caso de que la pubertad esté haciendo de las
suyas en el cutis de los miembros más jóvenes de casa, estas
recomendaciones que siguen resultarán sumamente útiles.
Aunque el acné suele desaparecer por completo pasada la
adolescencia, durante estos años se convierte en un quebradero de
cabeza para la mayorÃa de jóvenes, pero algunos privilegiados ni se
percatan.
En concreto, podemos definir el acné como una afección de la
piel desencadenada por el cambio hormonal propio de la pubertad que
se manifiesta mediante protuberancias o bultos. AsÃ, hablamos de las
conocidas como espinillas o puntos negros, los puntos blancos, granos
y quistes.
Pero ¿por qué se produce este problema y qué papel desempeñan
las hormonas? Conviene dejar claro que al iniciarse la pubertad, las
glándulas sebáceas se ven estimuladas por la presencia de las
hormonas y comienzan a segregar más sebo hasta el punto de que se
vuelven hiperactivas.
En ocasiones, confluyen un exceso de sebo y demasiadas células
dérmicas muertas que favorecen la obstrucción de los poros. Es
entonces cuando las bacterias proliferan en su interior, hincha la
piel de la superficie y la enrojece.
Por esta razón, una óptima rutina para evitar este problema pasa
por una adecuada limpieza, especialmente antes de irse a dormir. De
esta manera, se eliminan tanto las impurezas como el exceso de sebo
caracterÃstico de estos años. Sin duda, con este sencillo gesto,
siempre que se acate con disciplina, evitará la irrupción de gran
parte de las espinillas.
Algunas mujeres, además, sufren de acné premenstrual. Esta
alteración la presentan aproximadamente 7 de cada 10 mujeres y se
vincula a los cambios hormonales que propician los dÃas del
periodo.
Por supuesto, una buena dieta puede hacer mucho para atenuar el
acné. AsÃ, los expertos recomiendan la ingesta de pescado azul por
su alto contenido en omega 3, pues su poder antiinflamatorio mejora
el acné. Tampoco podemos olvidar que ciertos estudios han concluido
que el consumo de licopeno, que encontramos en los tomates o en las
sandÃas, pueden reducir la presencia de estos molestos puntos negros
y espinillas.
En cualquier caso, si a pesar de todas estas recomendaciones el
problema persiste, serÃa recomendable acudir a un dermatólogo para
que recete posibles medicamentos, como antibióticos, para combatir
la alta presencia de las bacterias causantes del acné.