El sindicato CSI·F explica que la aplicación del nuevo examen práctico de circulación, establecido por la Dirección General de Tráfico, ha aumentado el riesgo de agresión a los examinadores y ha registrado un incremento de la cifra de suspensos. En su primer mes de aplicación en la provincia de Valencia el porcentaje de aprobados se ha quedado en el 49,02 por ciento, mientras que en 2012 se situó en el 52,38.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) viene advirtiendo del riesgo para el examinador con este modelo que comenzó a llevarse a cabo el pasado 21 de enero. Ahora está obligado a comunicar la nota al afectado en cuanto concluya la prueba y a darle, según establece la instrucción, "una explicación breve y clara sobre el resultado, sin entrar en discusión".
CSI·F entiende que esta circunstancia pone en riesgo a los 34 examinadores de la provincia de Valencia, ya que en los últimos años han aumentado las situaciones de tensión, con gritos o insultos al examinador durante la prueba. En la actualidad, al tener que comunicar oralmente el resultado, el peligro se incrementa. En este contexto el sindicato pidió a la Jefatura Provincial de Tráfico de Valencia que estableciera "entornos seguros" para esa comunicación, pero la petición no ha tenido respuesta.
La central sindical subraya que desde la entrada en vigor de la nueva prueba la cifra de suspensos ha aumentado respecto a la media de 2012. En Valencia y Alzira, durante este mes de febrero y hasta la fecha de hoy, el balance asciende a 1.409 aptos y 1.465 no aptos en el examen de circulación de todos los permisos. Esto significa un porcentaje de suspensos del 50,97 por ciento, con lo que supera los aprobados, mientras que al cierre de 2012 ese porcentaje de suspensos se situó en 47,62.
