El sindicato CSI·F urge a Conselleria de Educación a reforzar los centros con personal administrativo para revisar los libros y crear el banco de material escolar proyectado en el programa Xarxallibres. La central sindical considera que el profesorado "está sobrecargado" para acometer esa tarea, y lamenta la falta de organización y de criterios objetivos de clasificación con los que se está desarrollando todo el proceso.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) señala que los plazos escasos, la carencia de precisión sobre cómo revisar los libros de texto y la acumulación de material están provocando un colapso de la labor de los docentes en numerosos centros. Conselleria, aunque ha anunciado que ampliará la fecha, ha dado como plazo inicial para informar sobre la revisión este mismo viernes 17 de junio en Secundaria.
El sindicato explica que mientras en algunos centros se ocuparán los tutores, en otros la dirección ha decidido acumular las tareas en determinados docentes. De cualquier modo, ni unos ni otros han sido informados con una normativa clara sobre qué libros resultan válidos para reutilizar. En el mejor de los casos los docentes han recibido la instrucción de dividir el material según su estado en "bueno, malo o regular", dejando al criterio de cada uno la categoría en la que clasificar cada ejemplar usado.
CSI·F considera que esta tarea específica debería de realizarla personal administrativo contratado por Conselleria de Educación para ese cometido. El sindicato resalta que el personal docente se encuentra durante estas semanas especialmente saturado con el final de curso, los exámenes, reuniones de departamento, preparación de unidades didácticas y otras múltiples labores.
El sindicato lamenta "la precipitación" de la Administración en aprobar un banco de libros sin haber dialogado con los agentes sociales ni especificado una normativa clara sobre qué ejemplares pueden ser reutilizados y cuáles rechazados para un segundo uso. También señala que la "desorganización" sobre los criterios y la adscripción de esa labor al profesorado están causando desconcierto, malestar y, principalmente, sobrecarga a los docentes en los centros.
