El sindicato CSI·F ha solicitado una reunión urgente con el secretario autonómico de Empleo, Santiago Martí, para pedirle que la Generalitat asuma a los 360 trabajadores del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) que perderán su puesto a lo largo del 2012. De este colectivo de trabajadores alrededor de un centenar cesará a finales de junio, algo más de 120 sobre el mes octubre y unos 140 serán despedidos en diciembre. Estos 360 trabajadores representan cerca del 25 por ciento de la plantilla actual del Servef.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) informa de que los trabajadores objeto de despido son promotores/prospectores de empleo y orientadores encargados de guiar a los ciudadanos en la búsqueda de un posible empleo, además de personal de refuerzo. Sus sueldos proceden de aportaciones europeas y estatales. El Gobierno ha eliminado esa partida de los presupuestos generales.
Con la drástica reducción muchas oficinas del Servef perderán una parte importante de la plantilla. En el caso de Alzira se quedará sin siete promotores de empleo sobre una plantilla total de 21 trabajadores. Por su parte, Llíria perderá a siete orientadores de un cuerpo de 17 empleados.
El sindicato señala que la reducción de casi una cuarta parte de los 1.600 trabajadores del Servef va a provocar colapsos sin precedentes en las oficinas de empleo valencianas. Muchos de los afectados están especializados en asesoramiento y orientación al ciudadano para conseguir un trabajo.
La central sindical explica que en otras comunidades como Extremadura y Murcia los respectivos gobiernos van a asumir el pago a estos trabajadores para evitar la pérdida de este servicio. Recientemente representantes de la Comunidad de Madrid se han reunido con la ministra de Empleo para estudiar fórmulas y poder asumir estos puestos.
CSI·F informará de toda esta situación a los responsables autonómicos de Empleo en la reunión solicitada. Expondrá la contradicción que supone despedir a 360 profesionales dedicados a buscar ofertas de empleo y a orientar a colectivos de especial dificultad de inserción laboral, sobre todo en una coyuntura como la actual en la que su labor resulta fundamental.
