Casa Caridad ha realizado el primer Informe"La educación en la etapa infantil. Familias y recursos sociales"un documento en el que se describe el perfil de los padres y madres atendidos desde sus escuelas infantiles, tanto en la ciudad de Valencia como en la localidad de Torrent, donde la ONG cuenta con dos centros educativos, así como las condiciones sociales en las que se encuentran. Este informe, que ha sido elaborado por el Departamento de Trabajo Social de la entidad benéfica, destaca, entre otros aspectos, que el 40% de las familias que han obtenido plaza para sus hijos en las escuelas de Casa Caridad es de origen español. "En los últimos años hemos notado cómo se ha incrementado la demanda de información sobre nuestras escuelas por parte de familias españolas. Hace unos años, la inmensa mayoría de personas que accedían a este recurso provenían de países del Este de Europa, Norte de África o Subsahariana o Latinoamérica.
En estos momentos, la nacionalidad española es la mayoritaria, seguida de la nigeriana y la marroquí", afirma Pablo Yániz, trabajador social responsable del seguimiento de las familias en Casa Caridad. Del mismo modo, Yániz explica que también se ha producido un cambio en el tipo de familia. "La mayoría de niños atendidos por nuestras escuelas proceden de familias biparentales, donde padre y madre conviven con el menor, lo que contrasta con el perfil de años pasados en los que las madres solteras eran las que mayoritariamente accedían a este servicio. Ahora tanto familias monoparentales como biparentales se encuentran en situación vulnerable". Tal es así que en el 59% de los casos, ni el padre ni la madre de los alumnos que atiende Casa Caridad, cuenta con empleo y ni siquiera cobran una prestación pública. Los que están empleados, casi uno de cada cuatro progenitores, tienen un trabajo precario, en ocasiones sin contrato.
Para estas familias con escasos recursos económicos, el hecho de tener a cargo niños menores de tres años supone una dificultad añadida a la hora de estar activo en la búsqueda de empleo o conciliar vida laboral y familiar, puesto que no pueden hacer frente al coste que supone una escuela infantil privada. En Casa Caridad este servicio no supone ningún desembolso para las familias en cuanto a escolarización, pero tampoco por lo que se refiere a los gastos de comedor, uniforme ni material. Esta es una de las razones por las que el número de familias que solicita plaza para sus hijos en las escuelas infantiles de Casa Caridad ha ido en aumento con el paso de los años. Para este curso 2015/16, se recibieron 158 peticiones, el doble de las plazas libres que ofertaba la Asociación.
Desde el Departamento de Trabajo Social de Casa Caridad señalan que cada vez son más jóvenes los padres y madres que acceden a este servicio. El 43% de quienes han obtenido plaza para sus hijos tiene menos de 30 años. Llama la atención el porcentaje de padres y madres en riesgo de exclusión social que cuenta con estudios universitarios. El 8% de los progenitores atendidos tienen una carrera universitaria y el 37% finalizó sus estudios de Secundaria. En el caso concreto de la escuela infantil que Casa Caridad tiene en el barrio torrentino de Xenillet, su trabajadora social, Mª Ángeles Hernández explica que el curso pasado "la mayoría de los padres no superaba los estudios primarios. Este curso ha habido un incremento de padres y madres que han cursado estudios secundarios. Pero también hay un 10% de progenitores atendidos por este centro que no sabe leer ni escribir, lo cual los sitúa en una posición vulnerable".
En cuanto al tipo de vivienda de los niños y sus padres, el 60% vive en pisos de alquiler o de familiares. "Muchas de las familias no pueden hacer frente al pago de las mensualidades de manera puntual por lo que deben meses de alquiler. Además, ha aumentado el número de familias que residen en vivienda de familiares o cedidas por no poder hacer frente al pago de una propia", apunta Pablo Yaniz. El informe también destaca que un 12% de las familias y sus hijos, debido a la situación de necesidad en la que se encuentran, han optado por ocupar una vivienda, lo que complica el acceso a los servicios básicos de electricidad y agua, así como al acceso a las prestaciones sociales desde los Centros Municipales.
Para el proceso de selección, desde las escuelas infantiles se realizan entrevistas personalizadas con el trabajador social, tras la entrega por parte de las familias de toda la documentación requerida y, posteriormente se valora y evalúa la situación familiar mediante unos criterios de selección internos, como por ejemplo la renta de la unidad familiar, en los que tienen peso específico las circunstancias socio-familiares tanto de los progenitores como las de los menores.
Formación para la reinserción
Para paliar las situaciones de extrema vulnerabilidad y realizar una intervención social con las familias, las escuelas de Casa Caridad cuentan con un equipo de trabajadores sociales que, a través de entrevistas, charlas, talleres y cursos formativos trabajan para que las familias estén informadas y asesoradas en temas tan diversos como nutrición infantil, higiene de los niños, pautas para establecer rutinas, psicología, o por ejemplo información financiera, trámites burocráticos, regularización de papeles u obtención de documentación, entre otros. El curso pasado desde las escuelas infantiles se realizaron alrededor de 60 actuaciones de este tipo con las familias y se ayudó a que 44 personas encontraran un empleo.