El arzobiscado de Valencia ha intervenido en la administración de la actividad parroquial de La Pobla de Vallbona al encontrar "deficencias económicas" en la gestión de la misma. Se da la circunstancia de que el actual sacerdote titular de La Pobla estaba apartado desde hace un tiempo de la vida sacerdotal al haber pedido un permiso "para reflexionar" sobre asuntos personales y familiares.
Desde la autoridad eclesiástica se quiere mantener la discrección sobre las circunstancias que rodean al caso, pero su primera medida ha sido anunciar que los oficios y la gestión parroquial recaerán en el sacerdote de Cheste que ampliará sus labores mientras se resuelve la situación. Además el arzobispado ha asegurado que responderá ante cualquier necesidad o pago pendiente que tenga la parroquia.