El pasado lunes 13 de julio, coincidiendo con la celebración de la fiesta dedicada al patrón de la localidad, San Bartolomé, se celebró la ceremonia de inauguración del Museo Casa Ayora de Almussafes. El Ayuntamiento organizó un acto adaptado a la nueva normalidad con aproximadamente medio centenar de invitados. Además de las autoridades y del personal funcionario de los departamentos de Urbanismo y Cultura, se dieron cita en el encuentro la familia que ostentaba la propiedad de la vivienda antes de su adquisición por parte del ejecutivo local y los responsables de la empresa Trazia Arquitectura S.L, al frente de la restauración. Todos ellos fueron testigos de la espectacular transformación que ha experimentado el inmueble. El alcalde, Toni González, presidió la recepción a partir de las 20 horas, tras lo que se realizó una visita guiada al Museo y una presentación visual de la historia del edificio y de la intervención llevada a cabo para su rehabilitación. El acto se clausuró con un refrigerio en el patio de la Casa, un espacio abierto donde se prevé realizar distintas actividades culturales en un futuro próximo.
Aprovechando la celebración del día del patrón, San Bartolomé, Almussafes inauguró el pasado lunes 13 de julio el nuevo Museo Casa Ayora, infraestructura ubicada en la céntrica calle Mayor de la población y que tras su adquisición y rehabilitación por parte del Ayuntamiento acaba de incorporarse al patrimonio público de la localidad. En el acto, que debido a la pandemia que estamos atravesando tan solo pudo contar con la presencia de medio centenar de invitados e invitadas, se llevó a cabo una recepción oficial por parte del alcalde, Toni González, un recorrido por las distintas estancias del edificio y la proyección de un vídeo en el que se narra la historia de la emblemática Casa Ayora.
"La casa estaba que se caía, era una ruina y nos planteamos que teníamos que licitar y adjudicar rápidamente el proyecto, porque no sabíamos lo que podía durar en esas condiciones. Pedimos ayudas a otras administraciones y al final el proyecto ha salido", explica satisfecho el primer edil. La familia que heredó el edificio y fue su propietaria hasta su adquisición por parte del consistorio, aseguró emocionada durante el acto que en él habían vivido momentos muy importantes y que se sorprendieron de la cantidad de información y de los detalles relativos a la historia de la casa que se transmitieron durante el recorrido.
Tras esta apertura oficial, en la que participaron autoridades, personal funcionario y miembros de la familia heredera, las puertas del Museo Casa Ayora ya se han abierto para el conjunto de la ciudadanía, dado que desde ayer, martes 14, y hasta este sábado 18 de julio, un total de 360 personas van a poder disfrutar de las primeras 30 visitas guiadas a la infraestructura organizadas por la Concejalía de Cultura, que se celebran con aforo reducido y siguiendo todas las medidas de seguridad para evitar el contagio por Covid-19. Las plazas ofertadas por el Ayuntamiento se agotaron en pocos días, por lo que el consistorio ya ha anunciado que está previsto que se planteen nuevas convocatorias a lo largo del año para que un mayor número de vecinos y vecinas puedan conocer de primera mano la historia de la vivienda y el resultado de la restauración que se ha llevado a cabo.
"En el ejecutivo municipal tenemos muchas ganas de que los y las almussafenses descubran de primera mano esta nueva joya del patrimonio local que, como ya hemos comentado en numerosas ocasiones, merece la pena visitar, pues está repleta de elementos artísticos de gran valor, como los frescos y los papeles de origen francés de la planta noble, muy poco frecuentes en la Comunitat Valenciana", destaca el concejal de Cultura, Alex Fuentes. "La vivienda ha recuperado el brillo que tuvo cuando estaba habitada y nuestra intención ahora es llenarla de vida con exposiciones, conciertos, recitales e incluso ceremonias civiles", comenta el edil.
En el año 2005, el Ayuntamiento de Almussafes adquirió la vivienda, situada en la calle Mayor de la población, a la familia heredera (los antiguos caseros) por 1.300.000 euros y con la intención de rehabilitarla para su uso por parte de la ciudadanía. No obstante, el proyecto no empezó a desarrollarse hasta 2015, año en el que el consistorio inició los trámites para conseguir la financiación necesaria para materializarlo. Tras conseguir apoyo económico de la Generalitat Valenciana (300.000 euros) y la Unión Europea (369.977 euros), el ejecutivo municipal decidió invertir los 489.000 euros restantes para hacer posible la rehabilitación, que arrancó en 2018.
Gracias a esta inversión total de 1.158.000 euros, la casa ha pasado de ser un espacio abandonado a un nuevo monumento emblemático de la población. Con este dinero se ha reformado la vivienda al completo, "manteniendo su esencia", excepto la parte en la que se han colocado los baños y el ascensor, "que ha quedado perfectamente integrada en el conjunto", asegura el alcalde. Solo queda por reformar un pequeño anexo situado en la parte final del patio.
