La Casa BernalEl Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona ha cerrado la compra de la segunda mitad de la Casa de Bernal. Una adquisición que culmina el objetivo perseguido por el consistorio de poseer la totalidad de la Casa, una vivienda señorial de mediados del siglo XIX situada en un lugar privilegiado, como es la calle principal del municipio, calle poeta Llorente, frente a la iglesia de la SantÃsima Trinidad y San José, y con otra entrada por la calle Colón.La operación de compra de esta segunda mitad se ha cerrado en 350.000 euros.
La alcaldesa de la Pobla de Vallbona, Mari Carmen Contelles, ha manifestado una "enorme satisfacción por haber cumplido uno de nuestros objetivos más importantes. Hemos adquirido la totalidad de una casa histórica y emblemática de nuestro municipio, que ahora pasa a ser de todos y cada uno de nuestros vecinos. Seguimos apostando por recuperar nuestro patrimonio. Es un momento realmente histórico para la Pobla de Vallbona."
Cabe recordar que fue en 2002 cuando el Ayuntamiento adquirió la primera mitad de la vivienda, por 426.000 euros. Desde entonces los contactos con la familia propietaria se han ido sucediendo en este tiempo, ya que la voluntad del Ayuntamiento siempre ha sido adquirir la otra parte para poder darle a la vivienda un uso público. Esta primera mitad que se compró empezó a rehabilitarse por dentro, y fue pintada y mejorada en su fachada.
Esta casa señorial fue residencia de la familia Bernal, cuyo propietario fue Don José Maria Bernal Peris, teniente alcalde de Valencia y caballero cubierto del rey Alfonso XIII. Estuvo casado con Maria Llorente Falcó, hija del poeta Don Teodoro Llorente, formando asà uno de los matrimonios más importantes de la élite intelectual valenciana.
En la actualidad la Casa de Bernal está catalogada como Bien de Relevancia Local, dentro del Catalogo del Patrimonio Arquitectónico del Término Municipal. De gran valor histórico, también tiene gran valor artÃstico. Cabe destacar en su interior sus orientaciones modernistas y medievalistas, sus azulejos, o los elementos ornamentales de su fachada, con su carácter clasicista de principios de siglo, el almohadillado, los escudos de piedra o los estucados. Ahora, pasa a ser en su totalidad de titularidad pública, y el Ayuntamiento estudiará qué uso le da.
