El alcalde de Riba-roja, Robert Raga ha
mantenido esta mañana una reunión con el director general de la Agencia de
Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel para estudiar vías de
colaboración entre Policía Local, Guardia Civil y Policía Autonómica para
atajar los hurtos en las propiedades agrícolas del municipio. A la reunión han
asistido Álvaro Rodríguez, comisario del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a
la Comunitat Valenciana y el jefe de la Policía Local de Riba-roja.
Raga ha manifestado al director la intención
del consistorio de solicitar en la próxima Junta de Seguridad prevista para la
segunda quincena de marzo, la intervención de la policía de la Generalitat
Valenciana en el término municipal para disminuir esta problemática. Sólo en 2017
se detectaron 12 hurtos y en lo que llevamos de 2018 ya se han denunciado otros
cuatro, coincidiendo con la campaña citrícola.
En coordinación con la Guardia Civil, la
policía autonómica se encargará de incrementar el dispositivo de seguridad para
reducir la oleada de robos.
En la última reunión del Consell Agrari
celebrado el pasado mes de noviembre ya se acordó una medida para mejorar agilizar
la comunicación entre los agentes y los labradores a través de un grupo de
washapp, con el fin de poder detectar, en tiempo real, cualquier movimiento
sospechoso en las zona agrícolas.
Esta iniciativa es parte de la campaña de
vigilancia que pretende controlar tanto a los vehículos que accedan a los
huertos, incidiendo en puntos estratégicos del término municipal, como a los
recolectores, para comprobar la procedencia de la mercancía transportada y
recogida, así como la venta de cítricos en los almacenes.
A ello se unirá el uso de drones para la
vigilancia por el aire de las extensiones agrícolas. Una vez el Ayuntamiento de
Riba-roja disponga de la autorización oficial de la Agencia Española de
Seguridad Aérea, se formará a los agentes de policía habilitados para manejar
esta tecnología.
El uso de drones (aeronaves no tripuladas) es
una práctica que ya se ha extendido por algunos municipios valencianos. A
través de vuelos itinerantes se facilita la detección de posibles infracciones.
Una vez se envían las coordenadas y la información a la patrulla rural, ésta
puede interceptar a los infractores.
"El uso de drones para la vigilancia aérea de
campos y cultivos permite la optimización de recursos, controlando grandes
extensiones de terreno desde el aire, además de permitir llegar a lugares de
difícil acceso", asegura el alcalde de Riba-roja, Robert Raga.
La inseguridad también afecta a la zona
industrial de Riba-roja, cuya extensión alcanza los 6 millones de metros
cuadrados y alberga más de 850 empresas. El pasado año se registraron un
centenar de robos en propiedades y viviendas. "La tasa de reposición de la Ley
Montoro nos impide poder contratar más policías locales y la Guardia Civil ha
sufrido una merma en su plantilla en una veintena de efectivos", apunta el
alcalde que añade "hemos solicitado un estudio para la instalación de cámaras
de control de acceso en las entradas y salidas del polígono que actuarán como
efecto disuasorio".
Raga se ha reunido posteriormente con la
subdirectora general de Seguridad, Aurora Valero para plantearle algunas
propuestas relativas a la Ley 17/2017 de Coordinación de Policías Locales que
está pendiente de aprobación en las Cortes. En este sentido ha manifestado la
intención de suscribir convenios de colaboración en materia de seguridad
ciudadana con ayuntamientos vecinos como Loriguilla y L´Eliana.
Este será uno de los puntos que se aborden en
las Jornadas sobre la Ley de Coordinación de Policías Locales que se celebrarán
en Riba-roja el próximo 10 de mayo y que analizarán los aspectos legales y
técnicos de la nueva norma.
La subdirectora general ha puesto a disposición del Ayuntamiento el
asesoramiento técnico necesario para poder incrementar la seguridad en el
municipio, especialmente en el ámbito rural. Concretamente en este ámbito,
Valero ha informado al alcalde de la posibilidad de contratar seguridad
privada, mediante la figura de guardias rurales, para la vigilancia de campañas
específicas.