En la vÃspera del DÃa Europeo para la Prevención del
Cáncer de Piel, el Consejo de EnfermerÃa de la Comunitat Valenciana
(CECOVA) y los colegios de EnfermerÃa de Valencia, Castellón y Alicante recomendaron
"especial precaución, o incluso no tomar el sol, entre las 11.00 y las 16.00
horas, cuando tienen mayor agresividad los rayos ultravioleta (UVA y UVB), que
son los que activan los cambios celulares que predisponen a la piel a padecer
un cáncer".
En cuanto a los ojos, las organizaciones colegiales de
EnfermerÃa aconsejaron la utilización de gafas protectoras homologadas ya que,
según advirtieron, "cada vez aparecen más lesiones oculares de repercusión a
largo plazo por culpa de un descuido con la exposición a los rayos solares,
como las cataratas o lesiones similares".
También recordaron la importancia de concienciar a la
población de los riesgos de una exposición solar prolongada sin las medidas de
protección adecuadas y la importancia del diagnóstico precoz del melanoma que
empieza por explorarse uno mismo la piel con cierta frecuencia. Del mismo modo,
aseguraron que un factor de protección solar por debajo de 20 es totalmente
insuficiente y, por tanto, debemos protegernos a partir de esa graduación,
sobre todo en el caso de los más pequeños ya que las quemaduras solares de la
infancia tienen consecuencias en la edad adulta.
15 minutos de
exposición solar, el primer dÃa
Los profesionales de EnfermerÃa recomiendan que el
primer dÃa de exposición al sol no se supere los 15 minutos, para ir aumentando
progresivamente 10 minutos cada dÃa, dando asà tiempo a la piel a aumentar su
mecanismo de defensa, que es el bronceado. Aproximadamente entre los 9 y 10
dÃas estará preparada para aguantar exposiciones más prolongadas sin problemas,
siempre y cuando se eviten los peligrosos rayos del mediodÃa.
Es importante saber que el factor de protección debe
aplicarse sobre la piel 45 minutos antes de exponerse a los rayos solares, pues
es lo que tarda en activarse su efecto. También se deberÃa intentar evitar por
todos los medios que un bebé recibiera exposición al sol, al menos hasta
cumplidos los 6 meses de edad, según las recomendaciones de EnfermerÃa, que
consideran que a partir de ahà y hasta los tres años es importante extremar las
precauciones.
Vitaminas para
combatir los rayos UVA
Por otra parte, el CECOVA recordó que tomar el sol con
control es muy beneficioso para las personas mayores, pues activa la vitamina D, pero alertó
sobre el peligro que supone un bronceado intenso o quemaduras, pues con la edad
la radiación solar se acumula y los riesgos de cáncer aumentan
exponencialmente. Del mismo modo, los profesionales de EnfermerÃa advirtieron
de que es aconsejable evitar la exposición al sol durante el embarazo porque se
corre el riesgo de que aparezcan manchas en la piel o cloasmas.
Del mismo modo, aconsejaron el uso de vitaminas, con una
dieta rica en determinadas frutas y verduras, saber seleccionar la crema solar adecuada
y limpiar la piel e hidratarla habitualmente puesto que son medidas que pueden
proteger frente a la severidad del sol e incluso ayudar a conseguir un moreno
más vistoso. En este sentido, los profesionales sanitarios recomiendan la
ingestión de proteÃnas de "alta calidad", que pueden hallarse especialmente las
de los pescados azules por su alto aporte en Omega3, cuando se elaboran a la
plancha, al vapor o al horno. Además, el aceite de oliva extra es muy adecuado
y beneficioso para el organismo, siempre y cuando no se ingiera en exceso,
entre una y dos cucharadas soperas.
El calcio, el zinc y otros oligoelementos facilitan la
protección de la piel, mientras que los peores elementos que pueden favorecer
la aparición del el cáncer y el envejecimiento prematuro son el tabaco y el
alcohol. Las recomendaciones de las enfermeras destacan que el consumo de agua
debe situarse entre 2 y 2,5
litros al dÃa para que la persona pueda mantener un
nivel de hidratación corporal óptimo.
Finalmente, cabe destacar que el 90% de los casos de
cáncer de piel pueden ser tratados satisfactoriamente si se detectan a tiempo,
de ahà la importancia de la prevención y la evaluación precoz con visitas
regulares al especialista.