El Centro de Acogida de Inmigrantes de Puçol acoge al ilustrador de la Vaca Connie que busca trabajo
Roman Rybakiewicz ha llegado a ganar mucho dinero con su trabajo de diseñador gráfico
M. MARTÍNEZ - 24/11/2011
Roman Rybakiewicz. FOTO EPDA
Roman Rybakiewicz ha llegado a ganar mucho dinero con su trabajo de diseñador gráfico. Sin embargo, ahora este artista polaco permanece alojado en el Centro de Inmigrantes de Puçol a la espera de encontrar un trabajo "de lo que sea". "No me imaginaba llegar a esta situación, pero tengo amigos que eran muy conocidos en el sector y ahora están en una situación parecida", lamenta Rybakiewicz.
Este artista destaca por sus dibujos y creaciones en el campo del diseño. Ha trabajado durante mucho tiempo para la firma catalana Milán, donde ilustraba con sus dibujos todo el material escolar, y sus ilustraciones de "La Vaca Connie" dieron vida a una serie de televisión que se ha emitido en más de 15 países, entre ellos España.
Atrás quedaron más de 17 años de éxito, y ahora Roman busca trabajo en la Comunitat Valenciana de forma desesperada. Lo único que le tranquiliza son sus dibujos y en el Centro de Inmigrantes de Puçol no para de ilustrar sus pensamientos. De hecho, durante la entrevista enseña algunos de sus últimos dibujos donde la protagonista es la naranja, ya que en estos momentos está buscando trabajo en los campos de este fruto valenciano junto a otros temporeros del centro.
En la mayoría de sus obras está presente el mundo animal y también confiensa que le gusta pintar con acuarelas. Utiliza todo tipo de papel e incluso en una servilleta es capaz de elaborar una verdadera obra de arte como un amanecer.
Mientras Roman dibuja con acuarelas sobre papel de servilletas, otros compañeros permanecen en el salón sin percatarse del trabajo del artista polaco. Roman parece que ya está acostumbrado a que la gente ignore sus dibujos, a pesar de ser el autor de la reconocida Vaca Connie con la que miles de niños han disfrutado.
"No me queda otra opción que venir hasta el centro de acogida de Puçol para encontrar un trabajo de temporero en la naranja o en lo que sea", explica el artista polaco. "Tengo que salir de mi pueblo, Figueras, porque si no me muevo no encuentro nada de trabajo", afirma Roman quien reconoce que el sector del diseño gráfico "está muy parado".No obstante, el ilustrador no pierde la esperanza y espera algún día volver a trabajar de lo suyo y a ganarse la vida con sus dibujos. Incluso ha llegado a vender en la calle sus obras sin mucho éxito, porque la gente "no tiene valores humanos y parece como que les da vergüenza ver los dibujos si no van a comprar".
Por el momento, permanece un año más en el Centro de Inmigrantes para ver si esta temporada hay suerte y trabaja de temporero en la naranja.