La
saturación en los servicios sanitarios valencianos es cada vez más
insostenible. La sobrecarga de trabajo derivada del repunte de casos
por Covid-19 vuelve a poner encima de la mesa los problemas de las/os
enfermeras/os que se sitúan, de nuevo, al lÃmite por la sobrecarga
laboral. Desde hace unas semanas, la atención primaria se ha
desbordado y, ahora, el aumento
exponencial de los contagios ya está teniendo su reflejo en las
Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales valencianos.
En
varios centros de la provincia de Valencia los ingresos hospitalarios
y las entradas en cuidados intensivos (UCI) a causa del coronavirus
casi se han triplicado en el último mes y, como solución, se está
ampliando el número de camas UCI por la gran afluencia de ingresos y
ya se habilitan espacios para pacientes 'no Covid' (que estaban
en crÃticos y cuidados intensivos), como gimnasios y salones de los
centros clÃnicos, para disponer de espacios que eviten que se
multipliquen los contagios.
Ante
este aumento de la presión en las plantas de hospitalización y las
constantes bajas de personal, tanto por Covid como por sobrecarga
fÃsica y psÃquica, el Colegio de EnfermerÃa de Valencia (COEV)
pide a la Conselleria de Sanidad que resuelva la dramática situación
que viven actualmente las/os profesionales de EnfermerÃa en los
diferentes hospitales, y de forma especial, en las Unidades de
Cuidados Intensivos (UCI) donde los problemas se centran en la falta
de personal y de organización.
Los
profesionales de la UCI deben trabajar con menos personal del que
corresponderÃa por plantilla, dado que no se cubren, oportuna y
sistemáticamente, las ausencias de profesionales de la unidad
(bajas, permisos, etc.) con el argumento de que en el resto de los
servicios no tienen el perfil de UCI.
Desde
COEV se insta a que se tenga en cuenta la carga de trabajo para que
los gestores de la Sanidad pública tengan en consideración la
creación de un plan adecuado para cubrir las ausencias de personal
de esta unidad y las del resto de servicios del hospital. En
ocasiones, los trabajadores se ven obligados a cubrir las faltas de
personal en otros servicios con el consiguiente aumento de cargas de
trabajo para el personal que queda en la unidad, atendiendo
exclusivamente a criterios de número de camas ocupadas, sin que se
atienda las necesidades de los pacientes ingresados ni la posibilidad
de que en un momento determinado la asistencia requiera de un
importante aumento de recursos de acción inmediata: intubaciones
urgentes, paradas, ingresos simultáneos, traslados, etc.
De
la misma forma, el intento de aliviar la situación aportando
refuerzos de personal de otros servicios ha puesto en evidencia la
importancia que tiene el conocer y desenvolverse de forma eficiente
en determinados servicios, en este caso en la Unidad de Cuidados
Intensivos en particular. Pues, a pesar de todo, al igual que ocurre
con las/los enfermeras/os, frecuentemente y por indicaciones expresas
del equipo responsable de la EnfermerÃa del hospital, se sigue
recurriendo a trasladar personal de UCI a reforzar otras unidades,
con la mengua de recursos que esto supone para la unidad.
Las/os
profesionales de EnfermerÃa sufren, por las circunstancias laborales
adversas, una considerable frustración y desanimo y muestran
evidentes sÃntomas de agotamiento fÃsico y emocional. Sobre sus
espaldas deben soportar el enorme yugo de percibir que nadie ha hecho
nada estos meses por mejorar sus circunstancias laborales y las de
los pacientes que atienden a diario en las UCI. Estas/os
enfermeras/os disponen de una larga experiencia en la Unidad de
Cuidados Intensivos y, tras haber superado muchos momentos
complicados, perciben una gran desprotección y desamparo por parte
de la gestión del centro que les afecta tanto a ellos, como
empleados de la sanidad pública, como a sus pacientes.
Desde
el primer momento están enseñando e instruyendo a los compañeros
que han sido contratados para afrontar la Covid-19 en el cuidado y
manejo de paciente que se encuentra en Urgencias, Unidades de
crÃticos, Reanimación y Salas de hospitalización. Pero, de forma
sistemática, cambian al personal de unos servicios a otros y generan
el consiguiente caos organizativo. Porque se requiere una experiencia
y formación especÃfica que nosotros vamos a dar ahora por la gran
necesidad que se tiene, pero que debe ajustarse a las tareas y las
necesidades de los servicios. La especialización es crucial para
ofrecer los cuidados.
Las/os
enfermeras/os valencianas/os ya vaticinaron el año pasado, que si no
se tomaban medidas, se volverÃa a sufrir la saturación de las UCI
y, por ello, reclamaban una mejor gestión para afrontar la sexta
oleada de la pandemia. En un momento en el que las/os profesionales
de EnfermerÃa están devastadas/os fÃsica, pero, sobre todo,
emocionalmente, porque están comprobando que llegan las fiestas
navideñas y no podrán disponer de dÃas para estar con la familia,
por la escasez de las plantillas.
Es
importante estudiar una redistribución de personal para atender los
espacios clÃnicos más saturados. Especialmente las Unidades de
Cuidados Intensivos (UCI), estas unidades actualmente están
desbordadas y precisan más recursos humanos. Por lo tanto, la
propuesta serÃa una revisión de todos los contratados por Covid con
experiencia en Reanimación (REA) o UCI y que actualmente están en
plantas de menos presión asistencial. Y, por último, pero no menos
importante, que haya una la modificación de la bolsa en su
contratación de profesionales por áreas de conocimiento para evitar
desaprovechar a las profesionales preparadas en distintas áreas
especÃficas.