El
pasado dÃa 22 de enero tuvimos Junta Local de Seguridad. En ella
pudimos, no sólo compartir datos y estadÃsticas, sino proponer una
estrategia colaborativa que indudablemente mejore nuestra seguridad y
calidad de vida. Los datos que fueron aportados son francamente
positivos, han descendido casi la totalidad de delitos, y se han
producido una gran cantidad de asistencias a vÃctimas, conllevando
una reducción generalizada del Ãndice de criminalidad, pero muy
especialmente de percepción de seguridad en el municipio.
Pero
hay datos que superan la trascendencia municipalista, datos que tal
vez por la costumbre, ya no aportamos reconocimiento, ni alarma
social, ni siquiera unos segundos de nuestro tiempo. Bien, yo lo
haré, lo haré cada dÃa que ocurra, y lo haré hoy en estas lÃneas.
Doce mujeres han sido asesinadas por el terrorismo machista en 27
dÃas. Al plantearse este hecho, mi cabeza, (que es poco matemática)
trata de hacer una regla de tres para obtener una aproximación
anual. Casi me pongo a llorar, y digo casi porque la rabia también
me paraliza a hacerlo.
Nos
están matando, hay riesgo de que salga de mi casa y sea abordada por
un hombre que sólo quiere hablar conmigo, diciendo lo que considera
su pene. Hay riesgo de que establezca una relación y acabe alienada
hasta niveles que no vea mi propio maltrato. Hay riesgo de que ponga
una demanda de divorcio para pedir la custodia de mis hijos, y que
vea a mi agresor cada semana. Hay riesgo de que quiera contar mi
situación, y por falta de parte médico, no sea creÃda. Hay riesgo
de que denuncie y no lleguen a tiempo, o que no lo haga y no lleguen
a tiempo. Hay riesgo de que sea asesinada cada dÃa. Pero atención,
vuestras hijas también.
Desde
luego, tengo claro y asumo que se trata de un problema endémico de
una sociedad enferma de patriarcado, que ha incluido en su cultura y
educación esta lacra social. Y que por supuesto, los medios de
comunicación avalan.
Bien,
en este contexto parece innegable que debemos poner todo lo que esté
a nuestro alcance para paliar este terrorismo, y cualquier
colaboración que pueda prestarse desde la PolicÃa es más que
necesario. Acompañamiento, seguridad, garantÃas de vida... "mis
mujeres" dicen las agentes que las atendieron hace años, porque
sobrepasan la lÃnea de vÃctimas y llegan a ser incluso amigas.
De
ahÃ, que ese dÃa 22 iniciásemos los pasos para firmar un protocolo
de colaboración entre la PolicÃa Local de Sagunto y la PolicÃa
Nacional, en materia de Violencia sobre la Mujer, que tratarÃa de
recuperar el servicio que en su dÃa fue iniciado para atacar el
terrorismo machista, pero en concreto, asistir a la vÃctima en todo
momento. Puesto que todavÃa estamos en fase de negociación, no
puedo aportar las estrategias concretas a las que se va a dirigir, ni
cómo se van a desarrollar, pero sin lugar a dudas es un gran paso.
Por
cierto, 162. Ese es el resultado de la regla de tres. Si el
terrorismo machista fuera un virus, ya debiera haber sido declarado
epidemia. Ahora más que nunca, "El eje del mal es
heteropatriarcal", y desde el Ayuntamiento de Sagunto pondremos
todo lo que esté a nuestro alcance, y un poco más, para frenar esta
barbarie.