Imagen de archivo del exdiputado del PP Jaime Ignacio del Burgo. EFE-Archivo
"Si viviéramos en otras épocas, no dudaríamos en pensar que es un forma despiadada de tortura que pretende el derrumbamiento del encausado para que, con tal de salir de esa situación vejatoria, humillante y tóxica, acabe por confesar lo que no hizo", señala Del Burgo, que entre 2004 y 2008 fue portavoz adjunto del grupo popular en el Congreso, del que Zaplana era portavoz.
El exministro fue trasladado el 18 de diciembre al Hospital La Fe de Valencia desde la prisión de Picassent (Valencia) al empeorar su estado de salud tras siete meses en prisión preventiva por su supuesta implicación en delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación.
Después de que la Sociedad Española de Hematología haya avalado que siga ingresado en el hospital o bajo control médico domiciliario dado su "riesgo vital grave", Del Burgo pide a Segarra que inste a la titular del juzgado de instrucción número 8 de Valencia a ordenar la prisión provisional de Zaplana en su casa, con las medidas de vigilancia que crea necesarias.
Le pide también que, si es necesario, inicie acciones legales "ante el empecinamiento" de la jueza, ya que, dice, "podría ser constitutivo de delito al poner en riesgo de muerte" al exministro.
Del Burgo, que fue diputado entre 1989 y 2008 y antes ocupó escaño en el Senado, explica a Segarra que ya envió una carta a la jueza, sin obtener respuesta.
