El jefe de gabinete del presidente de Las Cortes Valencianas, Lluís Miquel Campos,. EFE-Archivo
Campos ha hecho estas declaraciones durante su comparecencia ante la comisión de Les Corts Valencianes que investiga la financiación electoral del PSPV y el Bloc entre 2007 y 2008, y ha cuestionado que las acusaciones se basaran en una documentación "con tachones", con una lista de precios "falsos" y una relación de empresas para "cuadrar una cosa ficticia", sin que esos datos hayan sido probados.
Ha informado de que accedió a la ejecutiva en 2006 como responsable de acción electoral, un cargo, ha explicado, que "no significa directamente una dirección de campaña", y ha asegurado que "nunca" ha llevado la gestión económica y financiera del partido.
Campos ha lamentado que se le haya implicado en este asunto por un correo electrónico, del 10 de abril de 2006, en el que aparece su nombre, sobre actuaciones de 2007 y 2008, "como si esto fuera 'Regreso al futuro'", y ha criticado que "imputar a una persona es fácil" pero con ello "estamos haciendo mucho daño a la política" y a los políticos.
"Si no ha habido ninguna responsabilidad penal, ¿por qué tiene que haber una responsabilidad política?", ha preguntado Campos.
Ha asegurado que no tiene constancia de pagos a empresas privadas para financiar la campaña electoral y ha aseverado: "Ni he llamado a ningún empresario, ni conozco a nadie, ni teníamos necesidad de hacerlo".
Campos ha explicado que tras salir a la luz este proceso, cuando ocupaba el puesto de jefe de gabinete del presidente de Les Corts, Enric Morera, decidió cogerse un permiso no retributivo de mes y medio para estudiar toda la información interna del partido al respecto.
"Alguien tenía que ver qué ha pasado de verdad y yo era el epicentro, y te quedas solo", ha lamentado para añadir: "El mundo de la política es muy insolidario, te queda el consuelo de que la gente que te ha visto trabajar sabe que no has hecho nada malo y no me han dicho que me vaya a mi casa".
Ha indicado que en la campaña municipal de 2007 el Bloc tuvo unos ingresos totales de 423.000 euros y dejó pendiente de pago 72.000 euros, de los cuales en campaña ordinaria se gastaron 251.809 en las municipales, según consta en el Tribunal de Cuentas.
Asimismo, ha informado de que el partido pidió un crédito de 300.000 euros (la estimación de la entidad bancaria según los resultados electorales previstos), con la "garantía personal de los miembros de la ejecutiva", y que atendiendo a los resultados de los comicios anteriores les daba "un adelanto de 109.469" y el partido aportó otros 14.272 euros más.
Respecto a las contrataciones exteriores, ha señalado que la empresa Crespo Gomar era proveedora anterior del partido y se encargó del plan de medios para la optimización de los recursos, "como hacen todas los partidos y las empresas, desde Pollos Planes a una droguería".
Campos ha insistido en que el Juzgado de Instrucción número 21 de València ya ha dictaminado que no ha habido financiación ilegal en el Bloc, y ha reprochado que en esta polémica se haya utilizado la fórmula de que "a base de repetir una mentira parezca una verdad".
