Un poema de Ausiàs March, en la feria del libro de Leipzig, en una imagen de 2007. EFE-Archivo
Según ha declarado la diputada de Teatros de la Diputación de Valencia, Rosa Pérez Garijo, se trata de la tercera producción propia de la temporada, tras la apuesta por el circo valenciano con 'Yolo' y 'Ana y la máquina del tiempo', un espectáculo en el que las artes visuales cobraban protagonismo.
Para el director del Teatro Escalante, Josep Policarpo, Ausiàs March es uno de los referentes "más valiosos del patrimonio literario valenciano", por lo que considera que es "fundamental" que las instituciones públicas faciliten el acceso a los más jóvenes del legado cultural de la Comunitat.
La obra, coescrita por Daniel Tormo y Anna MarÃ, que dirige también el espectáculo, se representará desde el 22 de marzo hasta el 16 de abril en la Sala Russafa.
Para Anna MarÃ, la obra nace de la voluntad de indagar en los clásicos literarios valencianos y darlos a conocer, por lo que consideraron que March era un "poeta fantástico que se enfrenta a temas universales como el amor, la muerte y la relación con la dudosa existencia de Dios vivida con rabia, pasión y sinceridad".
La obra reconstruye un asesinato ocurrido en la actualidad pero que está estrechamente relacionado con el poeta valenciano.
La influencia de Ausiàs March se manifiesta también en la banda sonora de la obra, a través de la que se reproducen los versos del poeta con la música original de Panchi Vivó, de manera que el espectáculo es, en conjunto, "moderno, trepidante, original, a veces cómico y a veces lleno de misterio", ha indicado el CRIT.
Los cambios que se han producido en la lengua han sido uno de los principales retos a los que la compañÃa ha tenido que hacer frente, aunque los han solucionado mediante la creación de versiones modernizadas de los poemas, hasta el punto de que, según afirman, se dicen en prosa o se cantan a ritmo de rock.
Otro de los retos del montaje, según ha señalado MarÃ, ha sido abordar el pasado con el ritmo del presente, ya que sostienen que "la mejor manera de captar la atención del espectador es no aburrirlo y tratar de emocionarlo".
