El neurobiólogo Rafael Yuste inaugurará mañana, 20 de febrero, las celebraciones del centenario del Instituto Cajal, del Consejo Superior de Investigaciones CientÃficas (CSIC), el centro que vertebra la investigación en neurobiologÃa en España. Yuste, impulsor del ambicioso programa estadounidense de investigación BRAIN (Investigación del Cerebro a través del Avance de NeurotecnologÃas Innovadoras), impartirá la conferencia Buscando la ruta con nuevos métodos en las selvas impenetrables de Cajal, en un acto en la sede central del organismo (calle Serrano, 117, Madrid. 11.00), que contará con la presencia de la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, el vicepresidente de Investigación CientÃfica y Técnica, Jesús Marco, y el director del Instituto Cajal, Ricardo MartÃnez. Yuste recibirá el Diploma Cajal, una distinción otorgada previamente a cinco neurocientÃficos de prestigio, entre ellos dos Premios Nobel.
Rafael Yuste (Madrid, 1963), catedrático de la Universidad de Columbia (EEUU) y entusiasta seguidor de Cajal, impulsó el proyecto BRAIN, iniciado en 2013 por la Administración Obama. Con una duración prevista de 12 años y una financiación de 1.500 millones de dólares, el proyecto BRAIN tiene el objetivo de obtener una fotografÃa dinámica del funcionamiento del cerebro. En 2012 fue considerado por la revista Nature como uno de los cientÃficos más influyentes del mundo.
El Instituto Cajal celebra sus 100 años con un programa de actos que incluye un ciclo de conferencias en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, otro que se está organizando en el Real JardÃn Botánico, jornadas de puertas abiertas los dÃas 21, 22 y 23 de febrero, y una campaña de divulgación en redes sociales que repasa 100 logros cientÃficos relevantes de su historia.
El Instituto Cajal se organiza en tres grandes áreas de investigación: neurobiologÃa molecular, celular y del desarrollo, neurobiologÃa funcional y de sistemas y neurociencia traslacional.
El Instituto Cajal alberga, además, el denominado Legado Cajal, que incluye sus célebres ilustraciones pioneras del sistema nervioso, además de todas aquellas pertenencias cientÃficas y personales que el propio Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, quiso que se conservasen en su Instituto a su muerte.