El obispo de la Diócesis de
Segorbe-Castellón, Casimir López Llorente, ha presidido hoy en la Catedral –BasÃlica
de la capital del Palancia, la celebración litúrgica del Corpus Christi, con
las limitaciones propias de las normas dictadas por la crisis sanitaria del
Covid-19.
El prelado, acompañado por una
veintena de canónigos, sacerdotes y seminaristas y con seis concejales del
equipo municipal de gobierno con la alcaldesa Mª Carmen Climent ocupando un
lugar preferente en el presbiterio, ha oficiado la EucaristÃa en cuya homilÃa ha
tenido palabras de reconocimiento y agradecimiento hacia los sanitarios y las
fuerzas de seguridad, y de solidaridad con afectados y familiares.
Tras la misa se ha celebrado
una procesión claustral en la que tan sólo han participado dos representantes
de cada cofradÃa y asociaciones de la ciudad, además de los representantes
municipales.
En su recorrido ha tenido lugar
un acto inédito, de gran simbolismo y es que al llegar a las puertas posteriores
de la Catedral, abiertas de par en par, las que dan a la calle Santa MarÃa, el
obispo se ha detenido en un altarcillo y tras rezar brevemente ha levantado la
custodia que portaba (regalo del Duque de Segorbe en el siglo XVI) y ha
presentado al SantÃsimo a la ciudad, por no poderlo hacer en la procesión que
todos los años se lleva a cabo por las calles de la sede episcopal.
En
esta procesión no ha faltado otro de los elementos consustanciales a la
festividad como es el volteo general de campanas desde la torre catedralicia