Desde el momento en el que se empezaron las primeras actuaciones, muchos municipios se interesaron en los trámites para la implantación en sus playas. Todos los usuarios que acudan con sus mascotas tendrán que cumplir unas normas de conducta, entre las cuales destaca que los perros deberán ir con correa y, si el perro está catalogado como peligroso, con bozal; el dueño deberá disponer de pasaporte veterinario y será obligado recoger los excrementos de los animales.