El colegio Sant Miquelse ha convertido este mes de octubre en el primer centro escolar de Llíria en tener un desfibrilador. El aparato médico, usado para diagnosticar y tratar la parada cardiorrespiratoria, es de vital importancia cuando, en cuestión de minutos, hay que salvar la vida de una persona.
A pesar de no estar obligados por normativa a contar con él, el colegio edetano consideró apropiado adquirir uno y convertirse, de esta forma, en Espacio Cardioprotegido, ya que en ocasiones extraordinarias se puede producir una gran afluencia de personas.
La adquisición se complementará con un curso de prevención y formación para el claustro de profesores al completo, monitores de comedor, así como una representación de miembros del AMPA. Así mismo, se impartirá un curso de Reanimación Cardiopulmonar a los alumnos, con la ayuda de un maniquí, y se les informará de la ubicación del desfibrilador portátil.
Ángel Yuste, director del centro, quiso manifestar su intención de que el aparato electrónico, propiedad del CEIPSant Miquel, esté a disposición del Ayuntamiento y la Policía Local.