En la siguiente fase los trabajadores sociales se reúnen con las psicólogas
para elaborar un plan de acción e intervención y finalmente, con las
necesidades de cada cual delimitadas, las familias son tratadas principalmente mediante
dos posibles programas de ayuda: la orientación y la terapia.
La orientación
busca afrontar problemas de Ãndole social cuando las familias pertenecen a
grupos en estado exclusión, conflictos educativos cuando existe la necesidad de
enseñarles, en algunos casos, cómo llevar una buena higiene personal y del
hogar; y enfrentar cuestiones psicológicas.
La terapia
familiar, a su vez, comienza con la evaluación de los estilos de relación y
funcionamiento familiar ante los problemas y la intervención directa de la
familia para mejorar el funcionamiento de esta misma.
La prolongación
en el tiempo de estos programas de ayuda es tan diferente como lo son los casos
de las personas que acuden a este servicio de atención familiar. No hay un tiempo mÃnimo,
medio o máximo establecido de tratamiento. Hay familias que tienen suficiente
acudiendo a un par de sesiones y otras que llevan más de seis años visitando
regularmente, cada semana o cada dos semanas, el SEAFI porque tienen problemas
cronificados, comentan las psicológas.
La regidora de
Bienestar social de Alboraya, Susana Cazorla, lamenta los continuos recortes en
las ayudas para este tipo de servicios que la Generalitat
Valenciana hace cada año.
En el segundo semestre del año Fenellosa y Rodrigo han contabilizado en su
registro 168 sesiones, de aproximadamente una media de una hora de duración,
con pacientes del SEAFI de Alboraya.
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