El partido verde EQUO ha manifestado el total rechazo al posicionamiento del PP valenciano, que en las Cortes Valencianas ha cambiado ahora de discurso, dejando ahora de reivindicar ante el Gobierno Central el posicionamiento contrario a las autorizaciones de prospecciones petrolíferas en las inmediaciones del Parque Natural de las Islas Columbretes.
Para EQUO Castelló, además de la gravedad de los posibles efectos en el entorno natural, hace falta un cambio de políticas energéticas, no por el grave efecto que pueda tener estas prospecciones en una zona protegida, que ya de por sí es grave, sino porque el mismo efecto nocivo lo tendría en cualquiera otro punto de nuestro territorio, esté protegido o no.
Hay que recordar las graves afecciones a la pesca y a la fauna en la fase inicial de prospección y una vez se empiece a perforar las afecciones se multiplican. La industria del petróleo puede pasar factura a la economía valenciana basada en el turismo litoral (destructivo de este ecosistema, por cierto).
La apuesta por la energía fósil frente a la apuesta por las energías renovables, con el silencio ahora respecto a las prospecciones y la eliminación de las primas a las eólicas, demuestra dos modelos diferenciados, las renovables y la energía limpia que defiende EQUO y el viejo sistema de las energías fósiles, contaminados y cada vez más causantes de la grave crisis ambiental y económica que está afectándonos a todos. Hay un modelo que apuesta por la insostenibilidad, el cambio climático, contaminación, la eliminación de biodiversidad, destrucción de ecosistemas, afecciones al sector pesquero, al turismo, a la economía valenciana... y otro que apuesta para crear miles de puestos de trabajo, por la sostenibilidad, por la eficiencia energética, por la independencia energética, y nosotros estamos en el segundo.
Un horizonte 100% renovable al 2050 necesita un nuevo modelo y no incidir en más de lo de siempre, un modelo fuente de problemas de todo tipos que cuando antes mejor hay que abandonar. La edad de piedra no se acabó cuando se acabaron las piedras, no hay que esperar más. Las energías fósiles y las subvenciones millonarias que las sostienen con dinero público tienen que ser sustituidas por una apuesta clara y decidida por las renovables. Puestos a subvencionar, las renovables son más baratas. Ahora el peligro está en Columbretes, pero mañana puede estar en cualquiera otro parto del litoral.
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