Cuatro jóvenes integrantes de la expedición de Greenpeace al Ártico han plantado este fin de semana una bandera en el lecho marino del Polo Norte, a cuatro kilómetros de profundidad, en el mismo punto que lo hizo un submarino ruso para reclamar este territorio para su país (1). Con esta "bandera del futuro", diseñada por una niña de Malasia (2), quieren pedir que se declare el Ártico santuario global.
Junto con la bandera, también se sumergió una cápsula inerte y no tóxica de titanio (3) con las firmas de casi tres millones de personas, entre ellos actores, músicos y artistas cuyas peticiones han sido llevadas al Polo Norte para reclamar que se proteja el Ártico de su explotación (4). El premio Nobel de la Paz, el arzobispo Desmon Tutu, se unió a la petición."Ofrezco mi apoyo total a estos jóvenes que han viajado al Polo Norte en nombre de aquellos cuyas vidas están siendo destruidas por el cambio climático", ha dicho (5).
El actor estadounidense Ezra Miller (Tenemos que hablar de Kevin o Las ventajas de ser un marginado) es uno de los jóvenes que formó parte de la expedición (6).
"Viniendo al techo del mundo y colocando esta bandera, esperamos inspirar a los jóvenes de todo el mundo. Estamos aquí para decir que este área especial del Ártico no pertenece a ninguna persona o país, sino que es la herencia común de todos los habitantes de la Tierra", ha resaltado Josefina Skerk, activista indígena sami y miembro del Parlamento de Suecia."Nuestros nombres y los de millones de personas han sido hundidos en el lecho marino del Polo. Juntos estamos pidiendo que este área sea declarada un Santuario Global, libre de compañías petroleras y presiones políticas. Estamos apoyando a los pueblos indígenas de todo el Ártico, cuya forma de vida está amenazada por la codicia sin límite de la industria".
El viaje al Polo Norte coincide con la primera reunión del Consejo Ártico, el órgano comprendido por ministros de Exteriores y representantes de los Estados árticos. Skerk pidió una reunión con el grupo, pero finalmente ha sido rechazada.
La expedición forma parte de la campaña global
Salvar el Ártico es salvar mucho más, que busca la protección de este importante territorio contra el cambio climático, las compañías petroleras y la pesca industrial. El derretimiento del hielo provocado por el cambio climático ha hecho que compañías como Shell, Gazprom y Statoil quieran explotar regiones que antes estaban cubiertas de hielo.
Los jóvenes embajadores del Ártico y los miembros de Greenpeace han desafiado a las empresas que buscan lucrarse con el cambio climático. Mediante el hundimiento de la cápsula y la bandera, han trazado una línea en el hielo para decir a los contaminadores y a las petroleras: No podéis pasar de aquí.
