F. Jiménez Pérez gana el primer concurso de microrelato del CEIP Gran Capitán de Illora de Granada

El Periódico de Aquí comienza una nueva sección dentro de Cultura, que persigue dar publicidad a aquellas iniciativas dentro de colegios e institutos de España que promueven la escritura y la lectura.

El primer centro escolar en participar es el colegio CEIP Gran Capitán de Illora (Granada), que ha puesto en marcha un concurso sencillo, pero muy interesante, que consiste en promover la confección de microrelatos, que El Periódico de Aquí publicará en la sección de Cultura:
 
- Cada 15 dias todos los alumno/a realizan su microrelato partiendo de una frase inicial para toda la clase.

- El ganador lo eligen democráticamente ellos votando el que más les ha gustado, previa lectura en común de todos los microrelatos.

- El más votado es el ganador y la última frase del microrelato ganador es la frase con la que iniciar el microrelato de la semana siguiente.

- Se les motiva de modo que el ganador del trimestre, gana un libro de lectura.

- Los participantes son alumnos/as de 6º de Primaria

Como ha explicado el promotor de esta iniciativa cultura, el profesor Salvador López, los objetivos que busca son ''mejorar la expresión escrita e incentivar la creatividad literaria''.

El primer microrelato ganador, que publicamos a continuación, lo ha escrito F. Jiménez Pérez (9-11-11), de 6ºB, y dice así:

''A partir de ese día deje de oír los lamentos del fantasma para escuchar los de mi tía. Porque yo sabía que los fantasmas no existían, pero mi tía seguía diciendo que sí. Todas las noches se lamentaba:

-¡Socorro, socorro en mi casa hay fantasmas!

Yo le decía que no había, era que se lo imaginaba. Pero tuve que irme una temporada de su casa, por trabajo.

No dure mucho, porque los vecinos me llamaron diciendo que a mi tía se le había ido la cabeza, que todas las noches no paraba de gritar que había fantasmas.

Cuando regresé a su casa me encontré todo por el suelo y ella lamentándose de que seguía viendo fantasmas. Le dije que se tranquilizara y se fuera a dormir para estar más tranquila. Ella seguía diciendo  que cuando abría la puerta del baño se encendía una luz, y cuando la cerraba se apagaba, era porque había fantasmas.

Hasta que una noche se levantó, yo fui detrás, vi que la puerta que habría no era la del baño era la del frigorífico''.