El 30 de junio de 2005, el congreso de los Diputados aprobaba la ley que permitÃa contraer matrimonio a las personas del mismo sexo. El PSOE de Zapatero igualaba en derechos a todas las personas, independientemente de su orientación sexual. A partir de ese momento se abrÃa un tiempo nuevo para el colectivo LGTB de España y que se equiparaba a paÃses como Holanda o Bélgica y abrÃa el camino a naciones tan poderosas como Francia o Estados Unidos.
Bodas en Camp de Túria
Desde entonces, muchas han sido las parejas que han pasado de vivir sus relaciones afectivas casi en la clandestinidad a proclamar su amor a los cuatro vientos amparados por una ley justa y necesaria. La comarca de Camp de Túria ha registrado casi un centenar de matrimonios homosexuales, siendo la localidad de Bétera la más prolÃfica, con 30 uniones entre parejas del mismo sexo seguida de L'Eliana que, hasta el momento, ha registrado 27 matrimonios. LlÃria ha casado a 10 parejas, Benisanó solamente a dos, el mismo número que Marines y el registro de la Pobla de Vallbona ha contabilizado a un total de 14 parejas. La localidad de Benaguasil ha oficiado 6 uniones, Vilamarxant ha habido 9 parejas que han sellado su unión, Serra tiene solamente tres, dos parejas de hombres y una de mujeres y Gátova una pareja de chicas. Casinos y Domeño, hasta el momento, no han tenido la oportunidad de casar a dos personas del mismo sexo.
Una de las parejas de L'Eliana que han formalizado su unión gracias a esta ley, fue la formada por Amanda Camps y RocÃo Romero. Ellas contrajeron matrimonio en la localidad menorquina de Sant LluÃs el 21 de marzo de 2009, aprovechando la celebración de su décimo aniversario como pareja. Tanto Amanda como RocÃo tienen 36 años y se conocieron en el club de kárate al que asistÃan y comenzaron su relación en 1999. Amanda cuenta, desde la isla de Menorca que, teniendo en cuenta que la situación social no era la misma que hace 16 años "nos costó un poco al principio hacerlo público. Primero se lo contamos a los amigos y después a nuestras familias. Cada una a su manera y respetando los tiempos que necesitábamos. Pero después de ese trance siempre hemos encontrado apoyo, respeto y comprensión por parte de los nuestros".
Respecto a la presión social de aquel entonces, Amanda señala que "hemos encontrado algún problema en nuestro entorno laboral. Mi mujer, que se dedica al sector farmacéutico, ha sufrido algún tipo de discriminación, pero por suerte, la mayorÃa de sus compañeros de trabajo se pusieron de su lado. En mi caso, he trabajado en muchos colegios de Camp de Túria como Gátova u Olocau y en ninguna me ha sucedido nada reseñable. Es más, algunas personas me han llegado a pedir disculpas cuando se han enterado de mi situación, por si algún comentario me habÃa dolido".
Maternidad
Amanda y RocÃo viven en Es Castell en la isla de Menorca desde hace años y allà desarrollan sus actividades laborales. Hace cuatro años decidieron aumentar la familia y tuvieron a su primera hija, a la que llamaron Julia y 3 años después, completaron la familia con un segundo bebé llamado Carla. Amanda asegura que ninguna asume el rol masculino que la sociedad presupone que se deberÃa adoptar. "Las dos somos y nos sentimos muy femeninas y ninguna hace de hombre y ninguna hace de mujer. Esa teorÃa es absurda y sin fundamento", asegura.
A la pregunta de cómo viven las pequeñas la relación de sus madres, Amanda afirma que a la mayor ya se lo han explicado todo. "Un dÃa vino de la guarde pidiendo un papá, porque todos sus compañeros tenÃan uno. Nosotras le contamos que a cada niño le habÃa tocado una cosa diferente pero que todo, al fin y al cabo, era lo mismo. Y lo entendió perfectamente".
"Somos conscientes de que la sociedad no ha aceptado del todo la unión entre personas del mismo sexo pero a nuestras hijas procuramos explicárselo todo con toda la naturalidad y sobre todo, no infundirles ningún tipo de miedo ni temor porque no es bueno ni sano para su crecimiento", añade Amanda a través del teléfono.
La normalidad es la base sobre la que Amanda y RocÃo construyeron su relación. A la pregunta de si le darÃa un consejo a todas aquellas parejas que no han hecho pública su relación, Amanda se muestra tajante y anima a que salgan a la luz. "Si retrasamos la agonÃa, nos daremos cuenta de que la bola se ha hecho grande, pero por nuestra culpa porque después la gente lo acoge con mucha normalidad. Yo me siento muy afortunada