Foios aprueba abrir su piscina municipal sólo para los vecinos de esta localidad valenciana de l'Horta Nord, lo que genera un debate entre su alcalde (Compromís) y la de Museros (PSOE)

La polémica de la apertura de las piscinas municipales este verano está servida. No abrirlas, abrirlas o abrirlas sólo para los del pueblo. En Foios, en la comarca valenciana de l'Horta Nord, su alcalde, Sergi Ruiz, informaba el miércoles por la noche que se había aprobado su apertura, cumpliendo los aforos que marcan las fases de desescalada, pero sólo acceso a vecinos de su municipio. Este punto motivó que interviniera en el perfil de Facebook del alcalde (Compromís), la alcaldesa de Museros, de la misma comarca, pero socialista. Comenzó ahí un debate que, seguro, se extenderá por el resto de la comarca y por otras zonas de la Comunitat Valenciana y de España. ¿Es legal permitir el acceso sólo a los vecinos de una localidad o es una discriminación?

En el debate, Cristina Civera le preguntaba: ''¿me puedes decir como vas a hacer para que sólo entre el vecindario de Foios? Tengo entendido que eso no lo podemos hacer dado que es un servicio público y no podemos impedir la entrada a las personas por no ser del pueblo (…) Si tienes la solución leal, dime cuál es porque mis técnicos me dicen que no es posible''.

Ruiz le responde que ''habitualmente no sería posible, ni razonable. La excepcionalidad manda'', a lo que Civera le dice: ''ostras, pues a mí no me lo aconsejan ni por la excepcionalidad, dado que al respecto no hay nada por escrito y nos advierten de las denuncias''. Ruiz, en un hilo de conversación más largo, le recuerda que ''en Albuixech toda la vida ha sido gratis para los del pueblo, mientras que los de fuera pagan y nadie ha hablado de discriminación''. Albuixech está gobernado pon el socialista, Josep Vicent Andreu.

Sea como fuere, este debate seguro que está teniendo lugar en innumerables localidades, que por primera vez tienen que gestionar limitando el uso de las piscinas para frenar la pandemia del coronavirus o prohibiendo su uso, como han decidido, por ejemplo, los municipios de las mancomunidades del Camp de Morvedre, tanto La Baronia, como Les Valls. Un verano a 40 grados sin piscinas, la polémica y la asfixia están servidas.