"Gym Tony" fracasa en audiencia y confirma el mal atino de Cuatro con sus series

Lo de Cuatro con las series nacionales es de traca. Ninguna le funciona. Sin embargo, su déficit en este campo es parecido a otros problemas que la competencia tiene en algún hueco de su programación: Antena 3 con los realities (Top Chef sería algo así como la excepción que confirma la regla), La Sexta también con las series, Tele 5 con la sobremesa y tarde de los fines de semana, La Uno con… bueno, la Uno con casi todo, excepto con los peliculones y las series de época, algo es algo. Pero si Cuatro anuncia que va a estrenar una serie, la audiencia ni se emociona. ¿De quién es la culpa? Sin duda, de quienes deciden dar luz verde a semejantes productos.

Dreamland y Ciega a citas han sido los últimos intentos de Cuatro en tener un serial diario de éxito en las últimas temporadas. Y ninguno de ellos cuajó. Esta temporada su intento se llama Gym Tony y, aseguran, es una comedia. La serie es mala, no hay por donde cogerla y desde su estreno la serie obtiene audiencias que difícilmente llegan al 5% de share. Una cuota insuficiente para una cadena como es Cuatro que intenta superar a La Sexta cada mes aunque sin suerte. Y todo ello, pese a emular parte de su programación más reivindicativa, la de sumar programas y tertulias de carácter político.

Tanto las series anteriormente citadas como Gym Tony no tienen una buena factura y eso el espectador lo nota. Demasiado low cost todo. Pero ese no es el problema más importante ya que programas de bajos presupuestos han resultado ser, a veces, los más seguidos y rentables. Lo peor de una comedia es intenta hacer reír y no hacerlo, incluso provocar en algunas escenas vergüenza ajena. Gym Tony peca de lo mismo que ocurre en otras comedias en nuestro país: repiten los mismos gags, situaciones anteriormente vividas en otras series (¡imaginación al poder!), risas enlatadas metidas con calzadores, clichés innecesarios (la pija, el gay, el cachas tonto…) con personajes insuficientemente trabajados y pulidos, y un guión que pretende hacer reír y no lo hace, actuando como una mala piedra angular de una serie que se cae por los cuatro costados.

Iván Massagué lleva la voz cantante en el elenco de esta serie producida por La Competencia. Un actor de gran trayectoria y eficiente como el que más en comedia, que aquí lo vuelve a ser, intentando salvar un producto que no convence. Para sobreactuaciones la de David Amor, como el cachas tonto e incluso hasta Antonia Sanjuan que cambió una comedia tan rodada y efectiva como La que se avecina por esta serie. Imagino que quería tener SU serie donde brillar con luz propia. No le hacía falta. En Gym Tony, Sanjuan parece forzada por momentos. Y mi pregunta es, ¿por qué Cuatro sigue dando luz verde a proyectos que en un primer visionado seguramente se vean tan forzados como los vemos los telespectadores? Como siempre digo, la audiencia social, Twitter, es otra audiencia que manda y aquí las críticas negativas también se suceden.

A Cuatro le ocurre lo contrario que a Antena 3 con sus series. Las de Antena 3 pecan de pretenciosas y de querer emular a las grandes series norteamericanas aunque, por norma general, la audiencia les sigue. Sin embargo, a las series de Cuatro les falta ambición y se queda con productos que bien podría pertenecer a finales de los años 90 o principios del 2000. El problema, imagino, no es de La Competencia sino de los bajos presupuestos que tienen que lidiar y con los que Cuatro y Mediaset pretenden pegar el pelotazo. Con Sálvame dieron en la diana pero, en ocasiones, para producir un producto de más calidad y que apasione a la audiencia hay que invertir un poquito más.