Un vecino de la localidad de Llíria ha sido encontrado muerto en su domicilio, sin aparentes signos de violencia, después de que su hijo diera la voz de alarma ante la falta de noticias de su padre durante las últimas semanas. Este aspecto unido al hedor que se percibía desde fuera de la casa es lo que hacía presagiar que el hombre hubiera fallecido. Y es que hacía días que había muerto, dado el estado de descomposición del cadáver.
Después de dar parte a la Policía Local, eran los bomberos los encargados de acceder a la vivienda por la terraza y hallar el cuerpo sin vida del varón de 60 años que permanecía en su cama y que ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia, al mismo tiempo que se ha abierto una investigación judicial para esclarecer el caso, aunque todo apunta que ha fallecido de muerte natural.