Hasta la médula: Un libro sobre la leucemia, la vida y la esperanza

Sara Manzano (1987), natural de Albacete, fue diagnosticada con leucemia a los treinta años. Lo que parecía un constipado cualquiera y una búsqueda de unas pastillas para calmarlo en urgencias, Sara Manzano, a quien nunca le han gustado demasiado los médicos y hospitales, recibió la noticia más dura de su vida. Durante este proceso, decidió escribir, por fin, un libro "Hasta la médula".

Una obra de la periodista (y profesora de vocación) sobre sus experiencias vitales que te trasporta a aquellos intensos días de hospital e incertidumbre y relatos con temas cuotidianos. También con humor, con contenido de ficción y una buena dosis de esperanza. Estos son los componentes esenciales del que es el primer proyecto literario de la joven escritora, un objetivo que siempre había tenido en mente. Su familia la animó a escribir durante aquellos días y el resultado ahora es "Hasta la médula", con la que también ha querido donar parte de la recaudación a "Yo me pido vida", una asociación que lucha por el incremento de donantes de médula ósea. "Es una asociación pequeña que, como tantas otras, lucha para recaudar fondos para la investigación de esta enfermedad y animar a la gente a donar médula", cuenta la escritora.

"Es también un canto directo a la donación de médula ósea", explica Sara Manzano. Ella misma recibió un trasplante de una de sus hermanas. Gracias a este, ahora está libre de leucemia. Una vivencia que le hizo expresarse mediante palabras y que plasma en "Hasta la médula". También destacan las ilustraciones que lo acompañan y que ayudan al lector a sumergirse, con todavía más profundidad, en esta historia.

Lucía Manzano, Cris Marengo y Laura Valero son las artistas cuyas ilustraciones acompañan la escritura de Sara Manzano. Dibujos, retratos..., llenos de colores y formas, de sensaciones y emociones que completan "Hasta la médula".

Un libro que, a través de sus relatos, trata anécdotas sobre la más cuotidiano, hasta la rutina en un hospital. La autora quería igualar estos aspectos pues, en definitiva, todos forman parte de la vida.