El 28 de abril tenemos la cita
electoral más trascendente de los últimos años. Una cita, cuyos resultados
suponen un punto de inflexión. Por una parte por primera vez unas elecciones
autonómicas se votan separadas de las municipales, desgraciadamente unidas a
unas generales, con lo cual secuestradas en su sentido y vertiente valenciana
por la campaña estatal. También, por primera vez, con el riesgo de que el
franquismo y la ultraderecha accedan a las instituciones valencianas y estatales
a cara descubierta (disfrazados de otra cosa nunca han dejado de estar).
Estas dos nuevas "dificultades",
no pararan a
compromís
, precisamente
porque
compromís
es la garantía que
estos efectos no condicionen las acciones políticas, y podamos tener unos resultados
que han mejorado la vida de las personas y su entorno en estos cuatro años,
gracias a la gestión en la Generalitat. Y cuyas expectativas, puede situar por
primera vez, las necesidades de los y las valencianas en el centro de la
política estatal. Nos jugamos mucho, nos jugamos seguir avanzando o retroceder,
en derechos sociales y en recursos para todos. Nos jugamos seguir siendo invisibles
para Madrid o poner en el centro de la batalla política estatal un trato justo
para los valencianos y las valencianas.
En tiempos de incertidumbre, el
voto, es la única opción de las personas que no somos poderosas para poder
terciar por unos gobiernos que rescataran y protegerán a la gente o se
aprovecharan de ella, como ya hemos vivido en épocas anteriores de gobiernos
del PP. El voto de las personas corrientes, debe ser más pensado que nunca, si
queremos que nuestros impuestos redunden en una educación pública, en una
sanidad universal, en el apoyo a nuestra industria y agricultura, en la
protección del territorio, etc. Racionalmente, ese voto útil, en la Comunidad
Valenciana, es del de
compromís
.
Porque mantendrá al Partido Socialista alejado de opciones más liberales, como
la de ciudadanos y permitirá reeditar el Botànic en la Generalitat. Un pacto de
gobierno que ha hecho posible que los niños y niñas tengan los libros gratis,
que ha eliminado el copago de las medicinas, que ha reducido a la mitad la
espera de las ayudas de la dependencia y sobre todo que ha permitido que uno de
cada cuatro valencianos en paro en 2015, haya encontrado trabajo en estos 4
años, entre otras muchas cosas.
Pero sobretodo no podemos parar,
en la más que nunca necesaria defensa de los intereses valencianos. Es
inaplazable el debate de la infrafinanciación, porque de él se descuelga una
sanidad, una educación, una defensa de la economía productiva que en este
momento tienen que llevar a cabo su empeño en peores condiciones que en otros
territorios del Estado. No podemos tener un nivel de inversión y de
infraestructuras menores que el resto de Comunidades Autónomas. Y no podemos
cargar con una deuda de 9000 euros por cada valenciano, porque el Estado mira
hacia otro lado y agita banderas, cuando se le pide que corrija sus desequilibrios
territoriales y la discriminación que provocan.
Con tu voto, Baldo en Madrid
ejercerá como un PNV valenciano y de progreso y MónicaOltra será la primera
presidenta en 600 años de la Generalitat Valenciana.
Porque con tu apoyo, nuestras
políticas, las que se ocupan de ti, son IMPARABLES