Instituciones oficiales, asociaciones de pacientes, familiares y profesionales de la salud apuestan hoy en día cada vez más por las redes sociales como canales de comunicación fluida que aportan mayor eficiencia al sistema sanitario en su conjunto. Esta idea es la que defienden los profesionales sanitarios reunidos en el encuentro Salud 2.0: nuevas herramientas aplicadas a la medicina, organizado por la Conselleria de Sanitat y el Colegio de Médicos de Alicante en colaboración con Grupo Menarini. La jornada ha sido inaugurada por el gerente del Departamento de Salud Alicante- Sant Joan d'Alacant, Antonio Muñoz, y la responsable de Relaciones Institucionales del Grupo Menarini España, Mónica Casañas. En ella se pretende dar a conocer el entorno 2.0 aplicado a la medicina, mediante la exposición de diferentes experiencias del uso de Internet orientado a la mejora de la salud. Campañas de educación sanitaria, un trato inmediato con el paciente, la creación de comunidades de práctica entre profesionales o la detección de informaciones perniciosas para la salud que se generan en Internet, son algunos de los beneficios de estos medios sociales -tanto para el paciente como para el profesional- que han destacado los ponentes. Así, las redes sociales permiten acceder al paciente de manera más continuada y apoyar la labor terapéutica, como asegura el jefe de Servicio de Salud Mental del Consorcio Hospitalario de Castellón, Francisco Traver. "Hay compañeros que incluso citan a consulta a través de Twitter, y yo mismo tengo pacientes a los que hago un seguimiento online". Sin embargo, sostiene que la consulta presencial nunca se va a sustituir por la virtual, al menos en su especialidad, la psiquiatría. A pesar de ello, la actuación de los profesionales de la salud se ve limitada en muchos casos por el aún escaso conocimiento que muchos tienen de las redes sociales, como reconoce Miguel Ángel Máñez, coordinador de la Oficina 2.0 y subdirector Económico del Departamento de Salud Alicante- Sant Joan d'Alacant. Este gestor anima a los médicos a subirse al tren de los medios sociales para difundir sus conocimientos y orientar a los enfermos. "El ciudadano ya utiliza Internet para buscar información sobre enfermedades y tratamientos, y el profesional debe ayudar al paciente en esas búsquedas, conociendo la información que existe en la red. Por otra parte, muchas veces es el médico quien aprende tras entrar en foros y redes de pacientes", concluye. También la enfermería puede ayudar a los pacientes a seguir su tratamiento o a desvincularse de conductas adictivas, según la enfermera Olga Navarro, directora de proyectos en Aula Salud y una de las ponentes de la sesión. Lidera un movimiento en la red llamado Tekuidamos desde Alicante, que reúne a expertos de los diferentes colectivos implicados en la salud e interesados por los medios sociales como instrumento para compartir conocimiento y mejorar la práctica profesional. Sobre la reticencia de los profesionales a usar Internet para comunicarse con el paciente, Navarro asegura que "es cuestión de tiempo" y que, de hecho, "ya está cambiando la mentalidad, sobre todo cuando perciben que otros compañeros adaptan tecnologías que les ayudan en su práctica diaria y en su relación con los pacientes". La detección de contenidos perjudiciales para la salud En este contexto, una de las posibilidades que ofrece el entorno 2.0 en salud es detectar y contrarrestar conductas patológicas surgidas en la red. En este sentido, es paradigmático el aumento de páginas y perfiles 'pro ana' y 'pro mia' (pro anorexia y pro bulimia) en medios sociales, multiplicándose por 450 en los últimos años, según el último informe español de la Agencia de Calidad de Internet (IQUA). En un buscador como Google aparecen en cuestión de segundos más de 500.000 páginas con este tipo de contenidos, como subraya dicho informe. El 75% de los usuarios que las consultan son menores de edad, y el 95% chicas que desean adelgazar, añade. El número de estos perfiles en redes sociales como Facebook y MySpace se han incrementado un 455% en los últimos 5 años. "Implicándonos en el social media podemos denunciar este tipo de prácticas y formar a padres y profesionales en este ámbito", asegura Javier Blanquer, miembro del grupo de trabajo de Gestión Clínica de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria (SVMFYC) y médico de Familia del centro de salud San Blas de Alicante. A su juicio, "si los profesionales de la salud no entramos en las redes sociales perdemos la oportunidad de usarlas de forma positiva".
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