El comportamiento de los padres
de los niños asesinados en Godella mantenÃa en alerta desde hace tiempo a la
familia materna. Hace casi un mes, concretamente el 17 de febrero, la abuela
materna acudió a las dependencias de la Guardia Civil para denunciar la
desaparición de su hija y de Rachel, el bebé de 5 meses. Era el segundo dÃa que
ocurrÃa esto y el dÃa anterior, cuando la madre regresó a su domicilio tras
horas en paradero desconocido, la pequeña presentaba sÃntomas de hipotermia.
Según ha podido saber El
Periódico de AquÃ, a mediados del mes pasado la ahora detenida por el presunto
asesinato a golpes de sus dos hijos, Rachel, de 5 meses, y Amiel, tres años, se
marchó de la vivienda que la pareja ocupaba ilegalmente en Godella, situada en
la parte trasera de la urbanización Santa Bárbara. Llevaba con ella a su hija
de apenas cinco meses y estuvo en paradero desconocido durante horas. A su
regreso a casa, ya de noche, el bebé presentaba sÃntomas de hipotermia.
Sorpresivamente, al dÃa siguiente volvió a desaparecer y, de nuevo, se llevó a
Rachel vestida en unas condiciones inadecuadas para las temperaturas que se
estaban registrando. Ante lo ocurrido el dÃa anterior, la familia materna se
movilizó para evitar que pudiera ocurrirle algo a la pequeña. La Guardia Civil
recibió un aviso de la desaparición y la información empezó a compartirse a
través de una aplicación digital.
Alrededor de las 19 horas, el
administrador de una página de Facebook de la zona donde residÃa la familia
recibió este aviso y, para ayudar, decidió compartirlo en esta red social. La
respuesta de la ciudadanÃa fue inmediata y, en menos de 90 minuntos, ya se
habÃa compartido la información hasta en 300 ocasiones. Alrededor de las 22
horas, familiares de la desaparecida se ponen en contacto por privado con el
administrador de esta página para comunicarle que la mujer habÃa regresado a
casa con la bebé y que ambas estaban bien, por lo que le solicitan que retire
el post. Poco después, es el ahora arrestado y padre de los niños el que
contacta también por privado, a través del Messenger de su esposa, con el
responsable de esta página y, tras pedirle que retire la información, se
muestra soprendido e, incluso, molesto por los datos publicados en la
información y tiene especial interés en saber de dónde los han conseguido.
Niega que su mujer actuase mal y deja ver que todo está bien.