Según recoge la sentencia, la acusada actuó de esta forma "tras sufrir un arrebato debido al desbordamiento psicológico sufrido por la actitud y comportamiento de riesgo que viene presentando su hija, tales como hurtar, no ir al instituto o escaparse de casa por las noches".
Los magistrados han declarado culpable a la madre de la menor por un delito de detención ilegal y la ha condenado a un año y seis meses de prisión, asà como a la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Además, deberá correr con el coste del proceso judicial.